Jaque a la lotería alemana

La administración de la lotería estatal alemana declaró ayer que no tiene "indicios concretos sobre manipulaciones de partidos en la semana 24ª del año 2001". Pese a su aparente rotundidad, el comunicado refleja en el fondo una ambigüedad que más que apagarlas incrementa las sospechas. El 17 de junio de 2001 se produjeron ganancias fuera de lo común con los pronósticos sobre una combinación de cuatro partidos de la jornada final de la liga italiana -en los que no había nada en juego- más el Zaragoza-Celta -cuyo empate salvó a los maños y llevó a los vigueses a la UEFA-. A pesar de la afirmación sobre la falta de indicios sobre manipulaciones, la administración de lotería reaccionó de inmediato en junio de 2001 y modificó las apuestas. Se excluyeron de los pronósticos partidos sospechosos de producir "ganancias considerables".

En una nota de prensa la lotería estatal Oddset precisa algunas informaciones sobre las ganancias excesivas que considera erradas. Las apuestas en esa jornada inducen a pensar en una manipulación de los resultados. El prestigioso diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung publicó ayer a tres columnas en primera página la información sobre el agujero que provocaron los apostantes a la lotería deportiva de Baviera.

Reconoce la lotería que en aquella ocasión se dieron apuestas elevadas sobre cuatro partidos de Italia y el Zaragoza-Celta. En Baviera las apuestas sobre esos partidos ascendieron a 1,43 millones de euros y a 820.000 euros en el resto de Alemania. Esa semana la lotería bávara tuvo unas pérdidas enormes por los aciertos de los apostantes con esos partidos. Las cantidades totales apostadas ese fin de semana en Baviera sumaron 2,25 millones de euros y la lotería pagó 13,09 millones de euros en premios. Estas cifras contrastan con la media anual del año 2001 en el que la lotería bávara recaudó 85,9 millones de euros y tuvo que pagar 49,6 millones en premios, un 57% de lo recaudado. Oliver Fisch, portavoz de la lotería de Baviera, precisó a EL PAÍS que las apuestas en la jornada sospechosa no se realizaron sobre el resultado exacto del partido, sino, como en las quinielas españolas, a 1-X-2. La coincidencia del resultado 2-1 en los cuatro partidos italianos había disparado las alarmas. Constata la nota de prensa: "Pese a la insólita alta ganancia individual, la administración estatal de lotería no tiene ningún indicio de que se manipularan esos partidos". Desde entonces, Oddset suprimió la posibilidad de apostar sobre partidos extranjeros sin nada en juego e introdujo un mecanismo para "eliminar de forma automática los pronósticos sobre una combinación de partidos o cuando se rebasa un cierto volumen de apuestas totales".

"Sentados en la mierda"

Sostiene Oddset que este mecanismo fue el que permitió llamar la atención de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) sobre los sospechosos dos partidos arbitrados por Robert Hoyzer, confeso y encarcelado en Berlín. Hasta entonces, la DFB había hecho oídos sordos. Franz Beckenbauer, presidente del Comité organizador del Mundial de 2006 en Alemania, resumió la situación de la DFB de forma drástica en una entrevista con el bisemanario Kicker: "Desde hace seis meses estamos sentados encima de la mierda".