La Comisión Europea propone regulación mínima para la telefonía por Internet

La Comisión Europea se plantea un mínimo de regulación administrativa para la telefonía por Internet, técnicamente llamada VoIP. Para finales de año podría haber un marco normativo comunitario que acabe con la actual alegalidad. La comisaria europea para la Sociedad de la Información, Viviane Reding, declaró: "Espero que la voz IP abra servicios más diversos y más innovadores en un mercado que puede tener entre los consumidores y empresarios incluso un impacto mayor que el correo electrónico. La voz IP es sólo la punta del iceberg".

Pocos días antes, en España, la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) también había pedido al Gobierno que regulara los servicios de telefonía a través de Internet. Entre estas recomendaciones destaca que se asigne un nuevo rango de numeración específico para la voz IP, a la vez que se mantiene el sistema de numeraciones geográficas de la telefonía fija. También solicita que se garantice el derecho de mantener el número de teléfono IP cuando el abonado decida cambiar de operadora.

Estas sugerencias emanan de una consulta pública, similar a las de otros países europeos, para establecer qué medidas son imprescindibles para que las comunicaciones de voz bajo protocolo IP "puedan desarrollarse para favorecer la innovación manteniendo el necesario marco de competencia", según fuentes de la CMT.

La patronal Asimelec, que coincide en líneas generales con las directrices de la CMT, solicita al Gobierno que las haga realidad antes de verano.

Asimelec subraya la necesidad de regular el nuevo nivel de interconexión de la Voz IP entre operadoras y entre los usuarios de VoIP, de telefonía fija y de telefonía móvil. "Sin este nuevo nivel de interconexión", afirma Martín Pérez, presidente de la Comisión de Internet de Asimelec, "el desarrollo de la nueva telefonía sería ineficaz". La CMT también recomienda que el Gobierno sea comprensivo con los problemas que plantea inicialmente esta tecnología para garantizar las escuchas por orden judicial, al igual que sucedió en su momento con la telefonía móvil.

Otra limitación con la que, según la CMT, el Gobierno debería transigir mientras esta tecnología no evolucione lo suficiente, es su actual incapacidad para garantizar que el abonado que no se encuentre en su lugar habitual pueda llamar a los números de emergencia. Es el caso del genérico 112 u otros números que dependen de la ubicación geográfica del abonado.