"La Constitución nos permitirá ser más activos, capaces y coherentes"

Desde enero de este año, el capitán de navío Fernando Lista (Madrid, 1952) preside el Grupo de Trabajo del Comité Militar de la Unión Europea. Su función es cocinar las propuestas antes de servirlas a la mesa de los jefes de Estado Mayor de la Defensa, lo que no resulta sencillo, dada la variedad de paladares (de atlantistas a neutrales) de los 25 asistentes. En más de una ocasión, el Comité Militar devuelve sus textos al Grupo de Trabajo para que los haga más digeribles.

Lista no cree, sin embargo, que la engorrosa regla de la unanimidad, que la Constitución europea impone para poner en marcha una operación militar, paralice a la UE ante una crisis. Al contrario, sostiene que "dotará [a la operación] de una mayor legitimidad y mostrará la determinación de los países miembros".

Antes de incorporarse a su actual puesto -y ascender, con carácter eventual, a contralmirante- estaba destinado desde agosto de 2003 en la representación española ante la OTAN. Durante la guerra de Afganistán, estuvo en el cuartel general de Tampa (EE UU), como representante de la Armada, y vivió la de Irak al mando de la flota de cazaminas de la OTAN en el Mediterráneo. Con esta experiencia, no le extraña que la Constitución europea proclame que, para los miembros de la OTAN (19 de los 25), ésta seguirá siendo "el fundamento de su defensa colectiva".

"La UE", afirma, "ha querido ser respetuosa con los países que tienen obligaciones en materia de defensa y seguridad y lo más relevante es que éstas se consideran compatibles con el objetivo de la Unión de avanzar hacia una defensa común a través de una política común de defensa".

Tampoco considera que la decisión de la UE de apoyarse en la estructura militar de la OTAN para llevar a cabo sus operaciones suponga una merma de autonomía. "La autonomía está en el proceso de toma de decisiones y ahí la independencia está totalmente preservada. Otra cosa es que, a la hora de la puesta en práctica, el enfoque europeo es evitar duplicidades", alega.

Pese a ello, ya se han creado algunas estructuras ligeras: el Comité Militar, el Estado Mayor y, en un futuro inmediato, un centro de operaciones y una célula cívico-militar. Además de la Agencia Europea de Defensa, la gran novedad de la Constitución, que pretende coordinar y mejorar las capacidades militares de los Estados miembros, así como reforzar una industria de defensa a escala europea. "Sin capacidades", advierte Lista, "no se podrán lograr los objetivos".

España pretende estar en el grupo de países participantes en la "cooperación estructurada y permanente" sobre seguridad y defensa, lo que implica mayores capacidades y compromisos más vinculantes. Por ahora, ha prometido participar en tres de los 13 grupos de combate, de 1.500 efectivos cada uno y con capacidad para desplegarse en un plazo de entre cinco y 10 días, que la UE quiere tener operativos en 2007 para afrontar eventuales crisis.

"La Constitución nos permitirá ser más activos más capaces y también más coherentes", concluye Lista, "pero indudablemente dependerá de la voluntad de los países miembros que las intenciones que hay sobre el papel se plasmen en acciones concretas".