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INCENDIO EN EL CORAZÓN FINANCIERO DE MADRID

Deloitte busca nuevas oficinas para unos 300 de sus empleados

La auditora ocupaba 20 de las 28 plantas del edificio

Amaya Iríbar

La empresa más afectada por la destrucción del edificio Windsor es la auditora Deloitte, que ocupaba 20 de las 28 plantas del rascacielos. La firma aseguró ayer en un comunicado que el desastre no detendrá su actividad, si bien le obligará a reubicar a unos 300 empleados de los 1.200 que trabajan en su sede madrileña. Otros afectados son el despacho de abogados Garrigues y la inmobiliaria Ason, propietaria del edificio.

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La destrucción del edificio Windsor es la última pesadilla de la auditora Deloitte, que ya vivió el drama de los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas de Nueva York donde tenían 3.000 empleados. Alrededor de 1.200 trabajadores de la firma ocupaban 20 de las 26 plantas de oficinas del edificio madrileño, incluida la número 21, donde comenzó el fuego, y que se encuentra una más abajo de la planta noble, donde está el despacho del presidente Carlos González.

La mayoría de los empleados de Deloitte -auditores casi todos, pero también abogados, consultores y asesores- trabajan habitualmente en las oficinas de sus clientes. Fuentes de la auditora calculan que sólo tendrán que reubicar a alrededor del 25% de éstos -unos 300 en total-, que son los que trabajan cada día en la torre y que básicamente pertenecen a los departamentos de administración, recursos humanos y comunicación y marketing.

Para ellos se estudiaban ayer varias posibilidades, entre ellas instalarlos con algunos clientes que, como Carrefour, les habían ofrecido espacio. La auditora, que es una de las más grandes de España donde tiene otras 19 oficinas, subrayó ayer en un comunicado que mantiene su actividad y que espera encontrar una nueva sede en cuestión de días.

Deloitte fue ayer incapaz de evaluar los daños, si bien sus portavoces subrayaron que tenían todo asegurado. Su red telefónica no se ha visto afectada y los técnicos han empezado a trabajar en la recuperación de los miles de documentos almacenados, de los que existen copias de seguridad guardadas en un local en Guadalajara. El proceso puede alargarse varios días. A pesar de ello, algunos clientes de la firma dudaban ayer de que sus auditores no tuvieran que volver a pedirles información en papel que se haya quemado en el incendio. Deloitte audita a 21 de las 35 empresas del Ibex.

Deloitte se trasladó desde la Torre Picasso al edificio Windsor en diciembre de 2002, tras absorber la filial española de Andersen, que desapareció tras el escándalo de Enron. Andersen, sin embargo, es inquilino desde la inauguración del rascacielos, en 1979.

La nueva firma prefirió establecer sus cuarteles generales en un edificio más antiguo y con peores prestaciones porque era más fácil aumentar el espacio alquilado y porque las condiciones del contrato de arrendamiento eran mejores, reconocen fuentes de la auditora. Éste contrato se ha ido renovando de forma periódica, según crecía el negocio y la auditora iba necesitando más plantas.

La antigua Andersen ha sido uno de los pocos inquilinos estables del rascacielos. Las plantas séptima y octava, que también han quedado totalmente destruidas, estaban alquiladas desde septiembre de 2003 por el despacho de abogados Garrigues, que también formaba parte de Andersen hasta su desaparición y que ahora no tiene relación con Deloitte. Los 133 profesionales de los departamentos de procesal, propiedad intelectual y tecnologías de la firma, así como la Agencia de la Propiedad Industrial e Intelectual, se trasladarán a partir de hoy a las otras tres sedes madrileñas del bufete.

Garrigues tenía en Windsor la centralita telefónica, que ha sido desviada de forma provisional a Barcelona, y los servidores que controlan sus sistemas informáticos. "Han dejado de funcionar, pero no están dañados", aseguró ayer un portavoz del despacho, que genera más de 1.000 documentos diarios. Los responsables de Garrigues, que también tienen todo el material asegurado, esperan recuperar la mayor parte de la información almacenada, que se duplica periódicamente. La última de estas copias se realizó el pasado 16 de diciembre. Además el 80% de los abogados del despacho tiene ordenador portátil, donde también se guarda de forma automática una copia de los documentos utilizados. Garrigues calcula que los técnicos tardarán 10 días en rescatar la información dañada.

Otras empresas afectadas son Elecnor, que tiene su dirección corporativa en la quinta planta de la torre y la división internacional en la novena -unos 50 empleados-, y El Corte Inglés, que alquila distintos locales en las tres primeras plantas.

Florentino Reyzábal, presidente de Ason, la empresa propietaria del edificio y que también tiene allí su sede, explicó a Efe que el edificio está asegurado por Allianz Ras, si bien desconocía el importe de la póliza y su cobertura.

La estructura de la torre, vista desde un edificio cercano.
La estructura de la torre, vista desde un edificio cercano.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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