La UE quiere que los 25 informen sobre sus políticas de inmigración
La regularización masiva de inmigrantes en España ha puesto nerviosos a algunos gobiernos europeos y ayer la Comisión Europea y la presidencia luxemburguesa de la UE anunciaron que van a proponer la adopción de un mecanismo de información mutua y alerta previa sobre inmigración. La Comisión cree que iniciativas como la española tienen ventajas y desventajas, entre las cuales está la de atraer más inmigración ilegal, y que por ello es pertinente una armonización en política de inmigración.
En el anterior Consejo informal de Justicia, Alemania y Holanda manifestaron abiertamente su recelo ante la iniciativa española, y ahora el vicepresidente de la Comisión, Franco Frattini, y la presidencia luxemburguesa toman el relevo de la presión, pero ya de manera formal. Ambos han dirigido una carta a los gobiernos de los Veinticinco proponiendo que en el Consejo de Justicia e Interior del próximo día 24 se discuta "la puesta en marcha de un sistema mutuo de información y de alerta previa entre responsables de las políticas de migración y asilo de los Estados miembros sobre las decisiones importantes que puedan tomar uno o varios Estados miembros".
Decisión española
La política de inmigración es potestad de los Estados y hasta ahora la Comisión echaba balones fuera cuando los gobiernos europeos tomaban medidas duras de control. Ya el año pasado hubo propuestas de coordinar las políticas de migración que cayeron en baldío, pero la iniciativa española ha suscitado una reacción de urgencia.
La alusión a un sistema de alerta previa, con sus connotaciones negativas y alarmistas, "no significa que la Comisión tenga opinión formada" sobre la decisión española, señaló ayer el portavoz de Frattini. De hecho, la vicepresidenta Margot Wallström la ha valorado en Madrid y el comisario Vladímir Spidla ha dicho que en los demás países europeos se debería regularizar también a los indocumentados.
Lo que inquieta a algunos gobiernos, para los que Alemania y Holanda hacen de punta de lanza, es la dimensión del plan español, que teóricamente permitirá dentro de unos años a cientos de miles de personas "desplazarse libremente a Francia o Alemania", según el ministro alemán del Interior, Otto Schilly. La Comisión mantiene que la regularización tiene aspectos positivos, como integrar a las personas o responder a las necesidades del mercado laboral, y negativos, como atraer más inmigración ilegal.
"La UE necesita una política migratoria clara y transparente y la idea es que a finales de año se puede presentar una propuesta para ello", señaló el portavoz, Frisco Rosam. Otra fuente conocedora de la iniciativa señalaba ayer que lo que intenta Luxemburgo y la Comisión es establecer una discusión entre los Veinticinco para evitar una emboscada germano-holandesa a España.
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