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Interrogados dos monjes por su presunta relación con Mikel Antza

Los benedictinos, detenidos en Guipúzcoa y en Francia, quedaron libres a las pocas horas

El archivero del monasterio benedictino de Lazkao (Guipúzcoa), Juan José Agirre, y el monje de la misma orden de la abadía de Belloq (Urt, Francia) Marcel Etxandi fueron detenidos ayer por orden de la juez Laurence Le Vert, que quería tomarles declaración después de que en la casa de Mikel Antza, el jefe de ETA detenido en una granja de Sallies de Bearn, se hallara un papel con el nombre de ambos. Agirre y Etxandi, a los que no se acusaba de nada, fueron liberados a las pocas horas. "¡Vaya metedura de pata! Yo soy un historiador, un archivero", dijo ayer por teléfono Agirre, de 74 años.

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Agirre fue detenido a mediodía en el monasterio. La Guardia Civil llevaba en la mano la comisión rogatoria enviada por el Juzgado de Gran Instancia de París al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. La petición de detención para "toma de manifestación" había partido de Le Vert. Ésta había tomado dicha decisión tras hallar en la granja en la que vivían Mikel Albizu, Mikel Antza, su pareja, Soledad Iparragirre, Amboto, y el hijo de ambos, un escondite con papeles del jefe etarra. Entre ellos había una nota en la que se daban instrucciones para que se entregara un paquete a Marcel Etxandi en el monasterio de Belloq, que ya iría a buscarlo allí "el responsable de la biblioteca de Lazkao".

El procedimiento judicial francés exige que las personas que aparecen relacionadas con sospechosos encartados en una causa criminal sean interrogadas por la policía sobre sus relaciones con el sujeto investigado, informa Vasco Press. Le Vert, según fuentes de la Guardia Civil, no concretaba acusación alguna, y su intención era que se interrogara a ambos sobre qué contenía ese paquete y los documentos que llevaba y su posible relación con el jefe etarra, preso desde el 3 de octubre en Francia.

Los guardias se presentaron en el monasterio e interrogaron a Agirre sobre Antza, sobre si tenía ejemplares del boletín interno etarra Zutabe... El monje les contestó que, como historiador especializado en el País Vasco y su convulsa historia, tenía ese tipo de documentos, pero que "jamás" tuvo relación con ETA. "Aquí tengo guardado de todo, como las revistas de las víctimas de terrorismo, que me las envían gratuitamente. Hay que conservar estas cosas para el día de mañana, y eso que el 85% del material que tengo va contra mis convicciones", relató Agirre en una breve conversación telefónica cuando estaba siendo visitado en el monasterio por sus hermanas. Tras declarar, les pidió a los guardias copia de su testimonio para archivarlo. No se la dieron.

Agirre Begiristain (Alegría, Guipúzcoa, 1930) es el responsable de la biblioteca del monasterio de los benedictinos de Lazkao desde 1973, cuando regresó de Barcelona de estudiar Biblioteconomía. En aquellos años, Agirre no sólo se dedicó a custodiar manuscritos, incunables y obras de los siglos precedentes. También empezó a recopilar publicaciones, incluidas pegatinas, de las organizaciones políticas de la época, la mayor parte clandestinas. Con la llegada de la democracia mantuvo esta tarea, aunque ya sólo ETA estaba ilegalizada. Su discreción le permitió recibir los archivos personales de militantes de prestigio de distintos grupos y partidos.

Con los años formó uno de los mejores archivos sobre la historia reciente del País Vasco, como reconocen todos los historiadores que han tenido acceso a sus fondos, entre otros, Ernest Lluch, asesinado por ETA. Agirre mantenía esta tarea gracias a una red de colaboradores que recogen en las sedes de partidos, sindicatos y otros grupos todo lo que publican. La Diputación de Guipúzcoa se ha comprometido a hacerse cargo del archivo cuando el benedictino no pueda atenderlo.

En cuanto al benedictino de Notre Dam de Belloq Marcel Etxandi, navarro de 70 años, fue liberado sobre las seis de la tarde, tras ser interrogado por miembros de la Policía Judicial francesa en dependencias de la abadía, ya registrada hace años por supuesta relación con ETA, que celebró en dicho centro religioso una de sus asambleas fundacionales, en 1962. Etxandi vive en el monasterio desde 1943 y ha publicado libros en euskera y castellano.

El monje Agirre, a la derecha, ayer, con los radicales <i>abertzales</i> Joseba Permach y Juan José Petrikorena.
El monje Agirre, a la derecha, ayer, con los radicales abertzales Joseba Permach y Juan José Petrikorena.JESÚS URIARTE

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