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Tres informes técnicos descartan que fallase el sistema de voto en el pleno de presupuestos

El PSE considera "evidente" que la instalación no funciona "en momentos puntuales"

Tres informes técnicos difundidos ayer descartan que el sistema electrónico del Parlamento fallase el 28 de diciembre durante la votación de los Presupuestos de este año y que ello impidiera votar a una parlamentaria socialista. La ausencia de ese voto permitió al Gobierno aprobar las cuentas. Los informes atribuyen lo ocurrido a un error de la propia parlamentaria, quien habría introducido su tarjeta correctamente sólo cinco segundos antes de acabar el plazo para votar. Los estudios no logran zanjar la polémica política, ya que el PSE insistió en que el sistema registra "fallos puntuales" y resaltó que los informes avalan que su representante tenía activado su sistema al empezar la votación.

Los tres estudios fueron realizados por la empresa fabricante del sistema electrónico (Bosch Security Sistems), la encargada de su mantenimiento y los propios servicios técnicos del Parlamento vasco. La Mesa de la Cámara los encargó a petición del Grupo Socialista, cuyo portavoz, Rodolfo Ares, no se dio ayer por satisfecho.

Ares consideró "evidente" que el sistema falla en determinados momentos y pidió que se perfeccione "al máximo". Concretó que su grupo presentará la semana próxima su anunciado recurso al Tribunal Constitucional contra el resultado de la votación y la decisión del presidente del Legislativo, Juan María Atutxa, de negarse a repetirla, pese a la reclamación que los socialistas hicieron en ese mismo momento. "Aportaremos todas las pruebas que tenemos, incluidas las que en el último pleno no permitieron tampoco votar a dos personas", apuntó Ares, en referencia al nuevo incidente registrado el pasado día 4 en el voto desde los escaños de la diputada del PP Juana Iturmendi y del portavoz de EB, Antton Karrera, en el pleno que debatió y aprobó la ley de Suelos Contaminados.

El portavoz socialista sostuvo además que, por encima de cualquier cuestión técnica, y aunque el fallo fuese humano, el presidente del Parlamento tenía la obligación de haber garantizado el derecho de la parlamentaria del PSE que no pudo votar, Irene Novales, a emitir su sufragio. "El sistema electrónico nunca puede ser obstáculo", señaló. El portavoz socialista resaltó que, si bien los parlamentos no acostumbran por lo general a repetir votaciones si un diputado equivoca el sentido de su voto, sí lo hacen cuando el electo quiere votar y por cualquier razón no puede.

El portavoz socialista esgrimió también, y así lo hará constar su grupo en el recurso al Constitucional, el distinto comportamiento mantenido por Atutxa en el pleno presupuestario, cuando se negó a efectuar cualquier comprobación del sistema, y en la votación del día 4, cuyo resultado era irrelevante, ya que la ley contaba con el apoyo de todos los grupos, y el presidente sí permitió revisar el funcionamiento del sistema en los dos escaños en que había fallado.

Los tres informes coinciden en que no existen datos ni indicios que apunten al fallo técnico sostenido por los socialistas y se basan para ello en los registros automáticos que guarda el propio sistema. El de la empresa fabricante concluye que no se han apreciado "datos objetivos que avalen la hipótesis de un fallo técnico" ni en los elementos del escaño en particular ni en el sistema en general. El estudio descarta tanto el fallo electrónico como una avería en la tarjeta o el lector de tarjetas, tal y como avalan, afirma, "los listados de control" del sistema, y también un fallo mecánico en el teclado de voto de Irene Novales.

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La empresa recuerda también que los parlamentarios disponen de un doble sistema de seguridad para percatarse del funcionamiento de los botones que tienen que accionar para emitir su voto.

El informe elaborado por la empresa de mantenimiento indica que la votación en cuestión se inició a las 12.41.43 y concluyó 22 segundos después, a las 12.42.05. La tarjeta de Novales figura como retirada de la botonadura de su escaño a las 10.24 y vuelta a activar a las 12.42, es decir, como mucho, cinco segundos antes de acabar el tiempo reglamentario de la votación. Esos cinco segundos son los que necesita el sistema para volver a cargarse.

La revisión efectuada por los sevicios de mantenimiento de la propia Cámara viene a señalar lo mismo, al afirmar que el sistema "no identificó a la parlamentaria dentro del período habilitado para votar", mientras que el lector de su tarjeta funcionó antes y después. La única causa que se contempla, afirma este tercer informe, es "la introducción tardía de la tarjeta" que permite votar.

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