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Tiendas de ropa de Lavapiés, sospechosas de financiar el crimen

El juez Juan del Olmo sostiene en el auto que justifica la prisión de Rachid Bendouda, Rachid el Gordo, y de Rachid Mohamed Kaddur que "los negocios de venta de ropa que existen en Lavapiés, dirigidos por magrebíes, han podido tener un papel importante en la financiación de actos vinculados al 11-M. En torno a esta actividad surgen individuos como Rachid el Gordo, vinculado al grupo de Abu Dahdah [cuyo verdadero nombre es Imad Eddin Barakat Yarkas, preso por supuesta relación con el 11-S] y a las conexiones de éstos con el 11-M, principalmente con Jamal Zougham y los hermanos Chedadi".

El texto añade: "Esta actividad no resulta nueva, ya que el encarcelamiento de Said Chedadi, en el marco de su relación con Al Qaeda, también se basa, primero en la captación de voluntarios para la Yihad y, segundo, en labores de financiación para tales actividades". En otra página, el juez escribe que la tienda de los hermanos Chedadi en la calle de Caravaca, en el mismo barrio madrileño de Lavapiés y en la que trabaja Bendouda, es un "lugar de referencia para los autores de los atentados, toda vez que (...) el día anterior, 10 de marzo de 2004, Rachid Bendouda había pasado el día entero con Rachid Mohamed Kaddur y el propio Abdennabi Kounja [uno de los siete terroristas que se suicidaron el 3 de abril en Leganés]".

Además, uno de los terroristas que logró escapar desde Leganés, Mohamed Afallah, envió a su hermano Ibrahim a esa tienda a por dinero (a por dos o tres mil euros) a fin de poder financiar su huida hacia Bélgica. No logró hacerse con ese monto, algo que el juez atribuye, "seguramente, a la ausencia de Abdennabi Chedadi" de la tienda.

"Aquelarre" en Navalcarnero

La investigación tiene prácticamente localizado otro de los escenarios en los que se habría fraguado el adoctrinamiento de parte del entramado del 11-M en el salafismo combatiente más radical. Lo explicó durante su declaración Rachid Bendouda, quien admitió: "Que ha participado en las reuniones que en la localidad de Navalcarnero [a unos 30 kilómetros de Madrid capital] celebraban años atrás, en un río, todos los musulmanes que a la larga han resultado integrados en uno u otro grado en la Yihad internacional. A este respecto manifiesta que en tales encuentros no se hablaba de integrismo, si bien en los sumarios abiertos en la Audiencia Nacional sobre terrorismo islámico abundan declaraciones de implicados como Basel Ghalyoun, Khalid Zeimi Pardo, Faisal Allouch o Mohamed el Ouazzani, donde se alude a los encuentros en Navalcarnero en términos similares a la descripción de un aquelarre integrista".

El río al que se refiere es el Guadarrama. En las proximidades de su curso, a su paso por la citada localidad, abundan las construcciones ilegales. Navalcarnero está unido directamente por carretera con Chinchón, donde está la casucha donde se prepararon las bombas del 11-M.

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