Javier Tusell (II)

Desembarqué en España hace siete años. A través de escritores, historiadores, periodistas, filósofos, artistas y políticos, he ido conociendo su historia. Me siento de este lugar que habito. España ya es mi país, porque vivo su historia y presente como propios. Su democracia imperfecta me motiva para llevar una vida personal y profesional acorde con los principios de solidaridad, libertad y dignidad, que intento aplicar en mi entorno, con el fin de que cada nuevo día este país avance hacia una democracia con mayúsculas. Me duele que se vaya la gente que ha ayudado a levantar esta España plural y diversa. Cada vez que muere alguien que a través de su disciplina contribuyó para mejorar este país, mi corazón se encoge un poquito. Al enterarme de la muerte de Javier Tusell, mi corazón se ha recogido por completo. Se nos ha ido muy joven uno de los españoles más importantes de la historia reciente de España. Con su muerte tan temprana hemos perdido al menos 20 años de su capacidad para narrarnos el pasado y el presente, y de orientarnos hacia ese futuro más llevadero al que todos queremos caminar. Hoy es un día muy triste para mí y una fecha luctuosa para la España democrática. Javier Tusell deja un enorme socavón en la intelectualidad de este país. Ojalá sus discípulos y colegas ayuden a que la herida sane pronto.