"La Constitución hace a la UE más abierta, democrática y eficiente"
Margot Wallström (Suecia, 1954) participa en la campaña para apoyar la Constitución europea. Vicepresidenta de la Comisión Europea, ocupa una nueva cartera, la de relaciones institucionales y estrategia de comunicación. Ministra socialdemócrata en su país un par de veces, Wallström, ex comisaria de Medio Ambiente, confiesa que le hubiera gustado que la Constitución hubiera avanzado más en el área social, pero defiende el Tratado como una herramienta que convierte a la UE en un club más abierto, democrático y eficiente con alto valor simbólico.
Pregunta. La principal preocupación española sobre este referéndum es la baja participación.
Respuesta. Es el desafío para todos los países. Por eso, es importante que los Gobiernos nacionales tengan una clara estrategia para movilizar a la gente y conseguir el máximo de participación.
P. Más de la mitad de los europeos dice saber poco del Tratado.
R. Me pregunto si la mayoría conoce su Constitución nacional. También sería poco realista exigir a la gente que conozca las instituciones europeas y cómo interactúan. El referéndum nos da la oportunidad de explicar por qué es importante la UE, para qué la necesitamos y cómo funciona a nivel general. Por este objetivo se ha creado la estrategia de comunicación.
P. Uno de los problemas de la UE es su falta de visibilidad. Lo hemos visto con el tsunami. En televisión aparecía Colin Powell, ex secretario de Estado de EE UU pero no Louis Michel, el comisario de Cooperación de la UE, que ha aportado más ayuda y dinero.
R. Efectivamente. Tuvimos un debate justamente después del tsunami sobre ese asunto. Quizá EE UU lo tiene más fácil, llevándose a las cámaras de la CNN allá donde los políticos van. Nosotros deberíamos coordinarnos mejor; también con los medios de comunicación. Hemos discutido la posibilidad de movilizar una fuerza europea de Protección Civil que portase enseñas o banderas europeas, por ejemplo. Sería una forma de mostrar a la gente cómo trabajan y cómo se gasta su dinero.
P. ¿Qué argumentos propone para movilizar a los españoles?
R. Ahora somos 25 países y si queremos que esto funcione necesitamos nuevas normas. La Constitución aporta esas normas y hace de la UE un club más democrático, más abierto y más eficiente.
P. Se supone que la Comisión tiene un plan alternativo por si uno o varios países lo rechazan.
R. No. Si tuviéramos un plan alternativo, la gente se preguntaría que para qué sirve ratificar la Constitución si finalmente Bruselas esconde un as en la manga. Tampoco sería justo para los votantes. No es lo mismo que la rechace un país pequeño o varios países frente a una mayoría a favor. Por eso es lógico que la propia Constitución dictamine que, de ser rechazada en algún país, el Consejo [los gobiernos de la UE] analizará la cuestión y decidirá.
P. La izquierda critica la Constitución europea por haber avanzado poco en el área social.
R. Esta Constitución cambia muy poco en contenido político. Y, sin embargo, es fundamental desde el punto de vista simbólico y también desde el punto de vista institucional. Hubiéramos querido, por ejemplo, cambiar muchas cosas en el terreno medioambiental y este capítulo ha quedado igual. La Constitución intenta generar un mayor sentimiento de pertenencia a la UE sin cambiar el de pertenencia a cada país. Y establece también cómo tomar las decisiones y de manera más democrática.
P. No se ha ido más lejos en asuntos sociales, entre otras cosas porque Gobiernos como el suyo, el de Suecia, no lo quisieron.
R. Por supuesto. A mí me hubiera gustado haber avanzado más en ello, pero acepto que todavía quizá no es el momento porque aún hay demasiado debate.
P. Algunas comunidades españolas quieren que la UE reconozca sus lenguas y que puedan participar en la toma de decisiones.
R. Eso depende del Consejo. Estoy a favor de abrir las instituciones a las regiones, porque muchas experiencias exitosas provienen de ellas.
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