La filosofía del día a día
La sociedad invisible de Daniel Innerarity (Bilbao, 1959) es uno de los ensayos que con más placer he leído en los últimos meses. Entre la reflexión filosófica y el ensayo sobre la sociedad contemporánea, este libro destaca por el acercamiento pedagógico y creativo que realiza al mundo de la política cotidiana.
Comienza por explicar una paradoja: aquello que resulta invisible es porque está muy visible, o al revés, lo que parece que es muy visible encierra alguna parte oscura. Es la famosa aporía narrada en el cuento de la carta perdida de Poe, que lo está porque se encuentra en el lugar más visible.
Si la sociedad actual se muestra muy visible, si podemos tener muchísima información sobre todo, puede resultar, al cabo, que no nos enteremos de nada. Entre la sobreabundancia de información y la creación de un mundo que debemos comprender se desarrolla, brillantemente, la reflexión de Daniel Innerarity.
Daniel Innerarity: La sociedad invisible.
Espasa. Madrid. 2004. 227 páginas.
El comienzo resulta apasionante: ¿por qué amamos tanto las historias de espías? (Bueno: ¡de investigadores!) Y ¿por qué nos gustan tanto las novelas policíacas? Y responde Innerarity: porque son metáforas de nuestro mundo, un mundo que se muestra tan transparente que deviene opaco. Por eso, y es la primera conclusión, la filosofía debe ocuparse de lo que pasa en la vida cotidiana; y debe ocuparse, y esta es la primera colisión, de los acontecimientos que nos preocupan, como el 11-M y un mundo que cambia. Que este cambio pueda ser reflexionado y visto desde la filosofía es condición para que pueda ser respondido desde el presente. Así, el libro de Innerarity revela algunas de las claves y consecuencias de la globalización en la que vivimos.
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