Zapatero reprocha a la Iglesia su falta de compromiso con la Constitución europea

"A quien madruga Dios le ayuda". Éste fue el recordatorio que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo ayer a la cúpula de la Iglesia como respuesta a la afirmación de su portavoz de que el referéndum sobre la Constitución europea ha sido convocado con demasiada premura. Zapatero reprochó a la Conferencia Episcopal su falta de compromiso con este tratado al proclamar que la abstención es tan legítima como el no, el voto en blanco y el sí. El líder socialista lamentó que la Iglesia no tenga en cuenta que en el pasado España llegó tarde al progreso y a la democracia.

En el tercer día de la campaña de los socialistas a favor del sí al tratado europeo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, deslizó críticas a la Iglesia, a los tibios en la petición del voto y a los defensores del no. Pero, sobre todo, se refirió a la nota que la Conferencia Episcopal difundió el pasado viernes, en la que ésta considera legítima la abstención de los ciudadanos en el referéndum del próximo día 20 "si no pueden superar su perplejidad" o están en contra de que el tratado europeo no mencione los valores cristiano.

Ante las cerca de 5.000 personas que acudieron a un acto del PSOE en un polideportivo de Valencia, José Luis Rodríguez Zapatero ironizó con que de pequeño escuchó decir que "a quien madruga Dios le ayuda", y se preguntó qué habrían dicho algunos si el Gobierno español hubiera sido el último en convocar el referéndum, y no el primero. La carga de profundidad contra la Iglesia vino de inmediato y en tono grave. "Parece mentira que para algunos no sea suficiente la historia hasta ahora de nuestro país, que nos enseña que siempre hemos llegado tarde a la modernidad, al progreso, a la democracia, a la Constitución; y siempre amparado el retraso por esas élites que nos metieron en el oscurantismo". Estas consideraciones fueron acogidas con entusiasmo por los militantes socialistas, que antes habían escuchado al líder del PSOE de la Comunidad Valenciana, Joan Ignasi Pla, y a la diputada Carmen Alborch.

[Por su parte, el líder del partido socialcristiano Uniò Demo-cràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, expresó en declaraciones a la cadena SER su disgusto por los comentarios del portavoz de la Conferencia Episcopal. "Como cristiano me desagrada" que la Conferencia Episcopal "justifique la abstención (...), recomiende más o menos que no es necesario votarla y diga que en cualquier caso hay elementos para no votar a favor", manifestó].

Las muestras de afecto que recibió Zapatero, sentado en primera fila junto al ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, acallaron las voces de la quincena de jóvenes que coreaban consignas contra "la Europa del capital, del PP y del PSOE". Tras resaltar que él es un entusiasta de esta Constitución, lanzó reproches a quienes se declaran partidarios del tratado pero actúan con tibieza ante el próximo referéndum. "Algunos, en vez de enfriar el champán están enfriando los ánimos. No importa, nosotros vamos a pedir el voto a los ciudadanos calentando sus corazones y sus principios, porque yo sólo puedo pedir el voto si siento lo que digo", exclamó el líder socialista. Después se refirió a los que propugnan el no a esta Constitución ya que, según Zapatero, "lo hacen con la boca pequeña y no muy convencidos". A su juicio, este tratado se puede votar el 20 de febrero "con orgullo" porque significa muchas cosas pero, sobre todo, "paz, libertad, igualdad de derechos y castigo para la discriminación de cualquier tipo".

El líder socialista pidió el sí a los trabajadores para asegurar que el modelo social europeo ampare sus derechos. Después, solicitó el apoyo a empresarios y emprendedores, y especialmente a los jóvenes, que en su opinión constituyen "una magnífica legión de voluntarios por la paz. Y ésta", agregó, "se consagra en esta Constitución".