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La Generalitat prohíbe construir túneles con el método utilizado para el metro del Carmel

Los técnicos deciden que se derriben tres edificios más con graves daños en su estructura

En Cataluña no se construirá ningún túnel más con el método utilizado en el Carmel, donde se han producido dos hundimientos que han acarreado el desalojo de más de mil personas, el derribo de un bloque de viviendas y dos locales y exigirá el derribo de tres bloques más. El método empleado, llamado "austriaco", aprovecha la resistencia de los propios materiales del subsuelo y sólo cuando éste es débil se establecen refuerzos. El consejero de Política Territorial del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, anunció ayer que los refuerzos serán preceptivos siempre, sean o no necesarios según los estudios previos.

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El método austriaco de construcción de túneles en su estado puro no será utilizado nunca más en Barcelona. La utilización de este sistema ha sido objeto de polémica porque es el empleado en la ampliación de la línea 5 del metro barcelonés, donde se han producido dos hundimientos en uno de los túneles (auxiliar para maniobras). El primero se produjo la pasada semana y se llevó por delante las viviendas de 12 familias. El segundo se produjo anteayer, cuando se daba por hecho que el terreno estaba asentado.

El método austriaco puro está prohibido en Madrid. No obstante, Nadal precisó que los terrenos de Madrid y Barcelona no pueden ser comparados en modo alguno. En el caso del Carmel, una montaña con materiales muy diversos, no se podía recurrir a una tuneladora ni al sistema de pantallas (al aire libre), ya que se trabajaba a 32 metros de profundidad. Era imprescindible hacerlo como si se tratara de una mina. Pero habría que haber contemplado los refuerzos y se hará en el futuro. Y no sólo en el futuro: toda la ampliación de la línea ya construida, incluyendo la gran estación vecina al túnel será reforzada para evitar sobresaltos.

El túnel de maniobra, ahora parcialmente obstruido por los dos derribos más el cemento utilizado para tapar los socavones, será cegado con cemento. Total, 18.000 metros cúbicos para rellenar los 130 metros de túnel. El proceso durará entre dos y tres semanas y durante ese tiempo los vecinos seguirán sin poder volver a sus domicilios. El método decidido busca "reponer de modo artificial la propia naturaleza", explicó Nadal, y devolver a la zona la estabilidad que ahora ha perdido. La decisión fue tomada con el asesoramiento de tres ingenieros expertos en túneles que se incorporaron a la reunión en la que estaban los técnicos públicos y los de la empresa constructora.

Treinta y una familias se quedarán sin casa. Doce vivían en las que ya han sido derribadas tras el primer hundimiento; las otras 19, que ayer recogían parte de sus pertenencias, tenían la vivienda en los tres bloques condenados. El Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona les han ofrecido el realojo en diversas viviendas públicas en el mismo barrio, pero con la posibilidad de negociar cualquier otra solución.

De las 1.054 personas desalojadas, entre 700 y 750 están viviendo en hoteles. Hay también dos colegios cerrados y los alumnos han sido desplazados a otros centros.

El Gobierno catalán ha habilitado una partida abierta para sufragar los gastos que puedan tener los vecinos. La cifra final no está determinada, pero la inicial es de un millón de euros. En esta cantidad no se contempla el posible coste de las viviendas con las que serán compensados los vecinos que han perdido las suyas.

Por otra parte, más de 1.000 personas asistieron ayer a la asamblea convocada por la asociación de vecinos. Se empleó un lenguaje crítico y combativo y se prodigaron críticas sobre todo al consistorio barcelonés, a cuyos responsables acusaron de tener una "actitud prepotente". La Asociación de Vecinos del Carmel creará una comisión técnica elegida por los presidentes de escalera para que elabore un informe pericial independiente. Este documento, que tendrá cada inmueble, será la prueba de los vecinos para efectuar posibles reclamaciones.

"Nos tratan como a ladrones en nuestras propias casas. Hemos intentado sacar cosas y nos lo han hecho pasar fatal", comentaba un vecino del pasaje de Calafell. En cambio, agradecieron la labor de los efectivos desplegados en la zona.

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