Disculpas y responsabilidades

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, pidió ayer disculpas a los 1.054 desalojados por el hundimiento en las obras del metro del barrio del Carmel, de Barcelona. Lo hizo en una sesión del pleno municipal prácticamente monográfica sobre la grave crisis que sufre la ciudad desde hace 11 días. Un episodio nunca vivido antes. "Quiero pedir disculpas por el desconcierto que se ha provocado con decisiones luego revocadas [en referencia a la orden de dar vía libre al regreso a sus domicilios de un grupo de afectados que a las 24 horas volvieron a los hoteles tras producirse un nuevo socavón], pero siempre se ha antepuesto la seguridad de las personas", declaró el alcalde al término del debate.

Clos dejó claro que la situación de crisis se podrá alargar durante un par de meses. No hay calendario para el regreso y no se sabe con certeza cuántas personas se quedarán sin vivienda. De momento, el Ayuntamiento y la Generalitat están haciendo reservas de viviendas públicas. Muy probablemente la cifra podrá rondar el centenar. Clos aclaró que se está haciendo todo el esfuerzo posible para atender las necesidades de las personas porque "esa es la prioridad, junto con la seguridad". A este objetivo se están dedicando unos 600 técnicos y funcionarios municipales, además de la plana mayor de los ediles -no menos de una docena y el propio alcalde-, que han asistido a dos reuniones diarias con afectados en los hoteles y en los pabellones del Carmel.

El alcalde y el resto de las fuerzas políticas del consistorio -los socios de gobierno de Esquerra e Iniciativa per Catalunya y la oposición de CiU y el PP- realizaron una declaración institucional en la que, entre otros puntos, se exigía "a la Generalitat que se aclaren las causas y que la Generalitat y las otras Administraciones determinen las responsabilidades en que puedan incurrir en cada caso".