Aguirre venderá suelo para recuperar el capital invertido en el parque Warner
La oposición considera que la operación de la Comunidad es un "pelotazo urbanístico"
Hace tres años, la Comunidad abrió el parque de ocio de la Warner en San Martín de la Vega con la convicción de que sería un éxito, y reservó a su alrededor más de 200 hectáreas de suelo para edificar comercios y hoteles en lo que, imaginaba, iba a ser un Las Vegas a la madrileña. Pero el sueño ha acabado en fracaso: los visitantes son menos cada año y el parque acumula una deuda de 226 millones. Por eso, el Gobierno de Esperanza Aguirre ha decidido vender ese suelo, utilizar el dinero para enjugar la deuda del parque y salir después del accionariado, según anunció ayer el consejero de Presidencia, Francisco Granados. Sobre los terrenos se construirían miles de viviendas. Pero la idea no convence al alcalde de San Martín, del PSOE.
Hace meses que el Gobierno regional, consciente de la crisis que vive el complejo de ocio, anunció que su intención es salirse de la sociedad anónima Parque Temático de Madrid (PTM), propietaria del recinto y en la que el Ejecutivo tiene el 43% del capital. Pero para hacerlo tiene que dejar antes saneadas las cuentas, porque si no, cuando intente venderlas, sus acciones no valdrán nada. Por eso, lo primero que hizo la Comunidad fue forzar, el pasado noviembre, la rescisión del contrato que PTM tenía con la empresa estadounidense Six Flags, encargada de la gestión del parque y responsable, según el Ejecutivo regional, de sus malos resultados.
Una vez cambiado el equipo gestor, lo que el Gobierno regional busca ahora es la "solución definitiva" a la sangría de dinero que ocasiona el parque. Y eso es lo que el consejero de Presidencia, Francisco Granados, fue a explicar ayer ante el pleno de la Asamblea. "No se les oculta a sus señorías que el parque tiene problemas de financiación", señaló. "Tenemos que buscar una solución definitiva para garantizar la viabilidad del parque, recuperar parte de la inversión y salir de la sociedad".
Según Granados, esa solución sería la siguiente: la Comunidad vendería, por concurso público, a promotores privados las 123 hectáreas de suelo que la empresa pública Arpegio posee junto al recinto temático, e impondría su mayoría accionarial en PTM para que ésta venda también las 98 hectáreas de suelo que tiene allí. En total, 221 hectáreas. En ese terreno, según lo previsto hace tres años por el Gobierno, encabezado entonces por Alberto Ruiz-Gallardón, iban a construirse centros comerciales, hoteles y hasta un parque acuático, para complementar el gran complejo de ocio en el que, según creían sus creadores, iba a convertirse el parque de la Warner. Pero hoy, vistos los resultados, "esos usos están no sólo fuera de las necesidades del mercado, sino fuera de la realidad", dice el consejero.
En otras palabras, el parque ha fracasado, así que lo único que puede hacerse ya, según la Comunidad, es intentar reflotarlo, pero no tiene sentido seguir reservando suelo para rodearlo de zonas comerciales. Es más útil vender esos terrenos, dedicarlos a viviendas "y algún hotel" y, de paso, obtener unas plusvalías millonarias que servirán para liquidar la deuda del parque y recuperar parte de la inversión hecha por el Gobierno regional en estos tres años. Esa inversión asciende a 160 millones de euros (el 43% de la inversión total, 400 millones, asumida por PTM) si se tienen en cuenta no sólo las inyecciones de capital, sino también los compromisos de deuda.
Granados ha iniciado las conversaciones con el Ayuntamiento de San Martín de la Vega, gobernado por el PSOE, porque es éste quien tiene que aprobar el cambio de uso de los terrenos: de hotelero o comercial, a residencial. Ese cambio no requiere una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Un portavoz de Presidencia afirmó ayer que la Comunidad y el Ayuntamiento firmarán, "en un mes", el convenio para aprobar el cambio de uso. Después, todo el proceso de venta del suelo se extenderá a lo largo de dos años.
Sin embargo, Miguel Ángel Belinchón, alcalde de San Martín, descarta que el acuerdo llegue tan pronto. "Nosotros no nos cerramos a nada, y estamos dispuesto a negociar con la Comunidad. Pero, en principio, nos oponemos a que en ese suelo se hagan viviendas. Es un terreno a cuatro kilómetros del casco urbano, y eso sería como crear un San Martín de Arriba y un San Martín de Abajo. Y, además, se daría la paradoja de que el anexo al municipio tendría más viviendas que el municipio original [que tiene ahora 16.000 habitan-tes]", señala. Y añade: "Estamos dispuestos a cambiar el uso de parte del terreno para hacer casas, pero preferimos que el grueso del suelo se destine a lo que estaba previsto: comercios y hoteles".
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