Londres y Dublín restan importancia a que el IRA abandone el desarme
Los Gobiernos de Londres y Dublín y los partidos unionistas del Ulster restaron ayer importancia al anuncio del IRA, el miércoles por la noche, de que retira de la mesa todas sus propuestas sobre desarme. Aunque el anuncio supone un aparatoso golpe de teatro que agranda aún más la crisis que mantiene paralizado el proceso de paz en Irlanda del Norte, hoy por hoy nadie espera un retorno de la violencia terrorista de los republicanos.
El jefe de la policía de Irlanda del Norte, Hugh Orde, descartó ayer ese retorno a la violencia, aunque lo dijo con mucha prudencia. "Sabemos que tienen la capacidad y los instrumentos. Pero en estos momentos soy de la opinión de que no tienen la intención", dijo. "No creo que la declaración cambie eso. Pero también tengo que decir que es una organización que sigue existiendo, que está bien organizada y que no ha desaparecido".
Gerry Adams, líder del Sinn Fein, el brazo político del terrorismo republicano, también descartó la víspera en declaraciones a la BBC un retorno del IRA a la violencia. Pero ayer, en una rueda de prensa en Belfast, Adams se resistió -de manera "significativa", en opinión de algunos comentaristas- a descartar ese retorno de la violencia.
Londres y Dublín parecen haberse puesto de acuerdo en rebajar el significado del comunicado del IRA, en el que la banda congela sus propuestas de desarme como represalia por las acusaciones de ambos gobiernos de que está detrás del robo de 38 millones de euros en un banco de Belfast en vísperas de Navidad. Apenas unos días antes del atraco se habían roto las negociaciones políticas que parecían llevar al inminente desarme total del IRA.
Bloqueo político
Ayer, el primer ministro de Irlanda, Bertie Ahern, minimizó la declaración del brazo armado republicano. "No leo la declaración del IRA de manera negativa", dijo en Dundalk. "Están diciendo lo que ya era un hecho: que se han roto las negociaciones y que se ha retirado todo de la mesa".
El ministro británico para Irlanda del Norte, Paul Murphy, alabó las contribuciones realizadas estos últimos años por el movimiento republicano por la causa de la paz, pero les acusó de ser los responsables del actual bloqueo político e insistió en que el problema de hoy "no es una cuestión de confrontación, si no de poner fin a la violencia criminal". "En muchos aspectos, la pelota está en su campo", dijo, invitando a los republicanos a moverse para acabar con la violencia y reanudar el proceso de paz.
Tras mantener conversaciones en Downing Street, el líder de los unionistas moderados, David Trimble, pidió que se tratara el anuncio del IRA "con desprecio" en lugar de considerarlo un reto para el proceso de paz.
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