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Castro asegura que Cuba no necesita a la Unión Europea

"Nos van a perdonar la vida unos mesecitos más", declara el líder comunista

Muchos se preguntaban cuál sería la reacción de La Habana a la suspensión temporal de las sanciones a Cuba adoptadas por la UE en 2003, decidida el lunes por los Veinticinco. El martes, Fidel Castro fue explícito: "Cuba no necesita de Estados Unidos ni de Europa (...); hemos aprendido a prescindir de ellos". El líder comunista descalificó la flexibilización europea -"nos va a perdonar la vida unos mesecitos más, hasta junio, observando cómo yo me porto"-, y sentenció: "Cuba no tiene que ser perdonada de nada".

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Fue durante un largo discurso ante varios miles de educadores latinoamericanos que participan en La Habana en el primer Congreso Mundial de Alfabetización. Casi al terminar, después de haber hablado durante más de cuatro horas, Castro se calentó y se refirió a la reciente decisión de la UE de levantar por seis meses las sanciones políticas adoptadas en protesta por el encarcelamiento de 75 disidentes y la ejecución de tres secuestradores.

"Parecemos alguien de una cárcel de Tejas condenado a muerte y en capilla ardiente", dijo. Según el presidente cubano, "no hay duda de que algunos en Europa han actuado de buena fe", pero, afirmó, lo que no es de recibo es que "para dar un pasito de avance, para rectificar grandes errores", haya que poner "en capilla ardiente a un país y perdonarlo".

El lunes, los ministros de Exteriores de los Veinticinco aprobaron el levantamiento de las sanciones a Cuba, entre ellas la medida de invitar a disidentes a las fiestas nacionales en las embajadas comunitarias, que provocó en la práctica el congelamiento de las relaciones entre La Habana y Bruselas. La UE acordó emprender en sustitución de esta política "un diálogo constructivo con las autoridades cubanas dirigido a lograr resultados tangibles en la esfera política, económica, de los derechos humanos y de cooperación", pero reforzando el diálogo con la oposición y revisando de nuevo su estrategia en julio "a la luz del desarrollo y el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos en Cuba".

"Hay algunos que nos quieren perdonar, pero ¿de qué nos tienen que perdonar?", se preguntó Castro, de 78 años. Dijo que prefería callarse algunas de sus opiniones para no echar a perder el trabajo de su ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, más cuando "ahora están diciendo que Europa es traidora, que Europa ha abandonado a los luchadores por la libertad, que Europa le está haciendo el juego y se ha vendido ante el tirano Castro".

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Sus declaraciones se producen justo cuando las relaciones de Bruselas y Cuba comenzaban a normalizarse, después de numerosas gestiones diplomáticas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el seno de la UE, donde varios países se oponían a cualquier flexibilización. El mandatario cubano admitió que sus comentarios podrían perjudicar las relaciones con Bruselas, pero sentenció: "Cuba no necesita a Estados Unidos, Cuba no necesita de Europa; que cosa tan deliciosa poder decir eso, que no necesita de ninguna de esa gente. Hemos aprendido a prescindir de ellos".

En su discurso, al que no tuvo acceso la prensa extranjera pero fue transmitido en directo por televisión, Castro arremetió también contra el presidente norteamericano -a quien llamó "enajenado"- y contra el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Koichiro Matsuura, a quien acusó de ser "proclive a las causas yanquis" y de pedir "que los mercenarios sean liberados", en alusión a las demandas en favor de la excarcelación de los disidentes. Según Castro, la Unesco estaba "mejor cuando los yanquis estaban fuera, pero entró, y a qué precio".

La televisión cubana emite el discurso de Castro en un sesión del I Congreso Mundial de Alfabetización, en La Habana.
La televisión cubana emite el discurso de Castro en un sesión del I Congreso Mundial de Alfabetización, en La Habana.EFE

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