_
_
_
_
_
Entrevista:CARLOS VALENZUELA | Representante de la ONU en el proceso electoral

"Los que querían impedir estos comicios no lo consiguieron"

Pregunta. ¿Podemos calificar de limpias estas elecciones? [Carlos Valenzuela, el hombre de la ONU en Irak, el técnico neutral de la consulta, sopesa sus palabras].

Respuesta. Hasta ahora no ha habido reclamaciones ni recursos. Sabemos que en algunas zonas no pudieron votar. Pero un proceso electoral como éste, en un país grande, difícil y complejo, hay que valorarlo en su conjunto.

P. ¿Y cuál es su valoración?

R. Hoy podemos decir que se ha expresado el voto. El Comité Electoral ha sido creíble, independiente e imparcial. Eso lo considero ya un éxito, porque era una de las grandes prioridades.

P. Dos horas antes de cerrar los colegios, el Comité hablaba de una participación del 72%. Después descendió al 60%. Luego la cifra oscilaba entre el 60% y el 75%. ¿No le parece un poco vago?

Más información
Los líderes religiosos suníes de Irak aseguran que las elecciones no fueron legítimas
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

R. Hubo un entusiasmo comprensible. El país votaba por primera vez y había una expectación y una tensión fortísimas. Los colegios estaban abarrotados y los representantes de los partidos y los interventores llamaban desde ellos sin cesar. El Comité se dejó llevar y proclamó una valoración que no era más que una impresión. Tuve que intervenir para advertirles sobre el riesgo que corrían al difundir datos que no podían ser fidedignos. A veces es más fácil hablar que comprender. Irak estaba viviendo un momento verdaderamente histórico. Ha sido una prueba muy difícil, pero estoy convencido de que se ha superado.

Valenzuela, colombiano de 47 años, es hijo de diplomáticos y habla cinco idiomas. Desde hace ocho meses trabaja para preparar la maquinaria organizativa que se encargará de establecer el resultado de las urnas. Posee una experiencia digna de respeto: Camboya, Suráfrica, Mozambique, Haití, Liberia, República Centroafricana, México, Timor Oriental, Palestina.

P. ¿A qué altura del recuento nos encontramos?

R. Las primeras urnas llegaron esta mañana. Ahora comienzan los controles en el centro de recogida de Bagdad, que van a ser ocho. Los datos se introducirán en 80 ordenadores y la base de datos los procesará. Los resultados se conocerán en el plazo de una semana.

P. ¿Por qué no han llegado hasta hoy?

R. Hemos preferido hacer las cosas como es debido para evitar errores. El sistema de control, recuento y proceso de datos comprende varias etapas de verificación. Primero, el recuento en los colegios; luego, un segundo control también en los colegios. Después, el traslado de las urnas. Luego, otros recuentos y controles. Todo tiene que ser transparente. Es una maquinaria compleja, y hacerla funcionar requiere tiempo. Lo cual evita los fraudes que siempre están al acecho.

P. ¿Cómo los han evitado?

R. En última instancia, contando el material delicado. Las urnas, las papeletas, la tinta. Todo se llevó a los colegios pocas horas antes de la apertura. El objetivo era evitar falsificaciones y copias. Las papeletas estaban hechas de un papel especial, la tinta indeleble estaba comprobada, el sistema de transmisión se probó una y otra vez.

P. En muchas provincias no se votó. ¿No lo considera un fracaso?

R. La cuestión de la seguridad no entraba en el mandato de la ONU. Existía un Comité para la seguridad que se coordinaba con la Comisión electoral. Nosotros teníamos que centrarnos en la transparencia del sistema electoral.

P. Pero eso no excluye la existencia de un voto frustrado.

R. Todos pudimos ver lo que ocurrió el 30 de enero. El grado de violencia fue inferior al que estamos acostumbrados a ver en Irak. Los que querían impedir estas elecciones no consiguieron disuadir a los ciudadanos de que acudieran a votar. Eso es una realidad.

P. A los medios sólo se les dejó ver cinco colegios. ¿No le parecen pocos?

R. Ocurre en todas las elecciones que se celebran en países difíciles y con una gran inseguridad. Lo mismo sucedió en Timor Oriental.

P. Se ha dicho que se trasladaron 700 mesas electorales de áreas difíciles a otras más tranquilas.

R. No me parece un dato real. De todas formas, es normal trasladar mesas por motivos de seguridad. Aunque el dato fuera cierto, el resultado global no cambia. La participación ha sido muy alta. Y el criterio de valoración final es evidente: fue la voluntad colectiva del pueblo iraquí de ir a votar. Lo que hay que preguntarse es si la voluntad se ha podido expresar a través de las urnas.

P. ¿Y qué responde?

R. No puedo decir gran cosa, pero creo sinceramente que sí.

© La Repubblica

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_