El 'lehendakari' y Otegi coinciden en que lo fundamental es el "derecho de los vascos a decidir"

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, quiso ayer dar la palabra a toda la sociedad vasca y pidió expresamente al Estado que respete los "derechos civiles y políticos" de todos los ciudadanos vascos posibilitando que la ilegalizada Batasuna se pueda presentar a los comicios vascos. "En una sociedad plenamente democrática deben ser los votos de los ciudadanos los únicos jueces de los proyectos políticos", dijo. Pero en ningún momento de su alocución se refirió a la persistencia de la organización terrorista ETA, ni a la existencia de los amenazados, los escoltados, los chantajeados por la violencia etarra. Simplemente toda esa página oscura de los últimos 40 años quedó englobada en el saco del "conflicto vasco" al que, según él, las Cortes españolas habían edificado el "mayor monumento" con su "portazo" del martes al plan.

A tenor de su declaración de ayer, el principal reto para la sociedad vasca del siglo XXI no es el fin de la violencia, sino que se escuche la voz de los vascos -"el pueblo vasco tiene que hablar", dijo- o como él precisó mejor el "clamor" de una sociedad que quiere y va decidir libremente su futuro en paz. "Derecho a decidir y necesidad de pactar", ésta es la nueva máxima del lehendakari que probablemente se escuchará en su boca hasta la saciedad en la precampaña electoral vasca que ya ha comenzado. Esta es, según él, la prioridad para los próximos 20 ó 25 años, junto con la libre adhesión, el debate del nuevo siglo que debería servir para dar el carpetazo definitivo al contencioso vasco.

Exultante por el debate

Quien ayer parecía estar especialmente exultante por el resultado del debate en el Congreso de los Diputados era el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi. El dirigente independentista destacó que la víspera en Madrid no se hubiera hablado del articulado del plan, ni de competencias, sino del derecho a decidir de los vascos.

Precisamente para eso (y para la consulta) dio Batasuna tres de sus seis votos el pasado día 30 de diciembre para aprobar el plan. Y valoró que el lehendakari centrara su intervención en ese aspecto, en el preámbulo del plan Ibarretxe y no en la letra pequeña, el articulado del proyecto de nuevo Estatuto. A su juicio, en el pleno quedó patente que "el Estado español ya no tiene sólo un problema con una organización armada", sino un contencioso con "una nación, un pueblo, una comunidad nacional, cuatro territorios forales que quieren decidir libre y democráticamente su futuro". Por eso criticó a quienes ligan conflicto con el "terrorismo" de ETA. Ayer, Ibarretxe no lo hizo.

Otegi consideró ayer "razonable" que antes de llegar a la consulta sería conveniente convocar una mesa de diálogo "multilateral" para forjar un "gran acuerdo" entre "vascos diferentes", nacionalistas y no nacionalistas, que luego debería ser respetado por el Congreso.