_
_
_
_
PROBLEMAS CON LAS OBRAS DEL METRO

Un centenar de vecinos del Carmel se niegan a volver a casa por la desconfianza en el estado del terreno

Los habitantes de 7 de las 12 viviendas del edificio derribado recuperarán pertenencias

Fue el día del retorno. Pero con un sabor agridulce. Pese a las garantías de seguridad que las administraciones dieron por escrito, la desconfianza en el estado del subsuelo del barrio barcelonés del Carmel comportó que algo más de un centenar de los 360 primeros vecinos que debían regresar ayer a casa dieran marcha atrás y prefirieran volver de nuevo a los hoteles. A lo largo de la madrugada y la mañana los bomberos pudieron acceder al edificio, que se comenzó a derribar el pasado martes y se recuperaron pertenencias de 7 de los 12 pisos. El derribo finalizó a primera hora de la tarde.

Más información
Los estudios geológicos del túnel del Carmel se hicieron en época de CiU y con el tripartito
Aparecen grietas en pisos cercanos a las obras de la futura estación de Taixonera-Coll

Tres minibuses enfilaron a primera hora la calle de Llobregós con destino a los primeros edificios en los que ayer estaba previsto el ansiado retorno, después de una semana de vivir fuera de casa. Primera parada: entre los números 60 y 74B de la calle de Sigüenza y del 1 al 7 de Pantà de Tremp, por encima de donde el pasado jueves se produjo el socavón que obligó a desalojar a 1.054 vecinos. De los autobuses bajaron emoción, maletas con las mudas de estos días y algún animal de compañía. Pero también recelo.

El del centenar de vecinos, para los que de nada sirvieron el acta de inspección de sus viviendas, ni la de los edificios con los que la Generalitat y expertos de los colegios de Arquitectos y Aparejadores les garantizan por escrito que estarán seguros en casa. Los afectados piden que se les garantice también la seguridad del subsuelo de sus calles. Dieron marcha atrás y regresaron a los hoteles. Un problema añadido para sus gestores, porque si los hoteles tenían reservas hubo que redistribuir a los vecinos. De quienes se alojaban en el hotel Alimara -junto a Vall d'Hebron-, por ejemplo, un grupo fue trasladado al Catalonia, en la calle de Balmes.

Jesús Alonso, decano del Colegio de Arquitectos, precisó que en los edificios inspeccionados no se encontraron daños estructurales: "Por estructura se debe entender el forjado, los muros de carga y los pilares". Aclaró que son inspecciones visuales, sin pruebas de ensayo, y que éstas se harán en cuanto se observe algún daño estructural. "No hay que confundir las grietas de las paredes o techos con las de la estructura", apuntaba, a sabiendas de lo difícil que es discernir para un afectado. El dispositivo del Colegio de Arquitectos y Aparejadores es de unos 20 técnicos.

Durante toda la noche los bomberos continuaron las tareas de recuperación de enseres de las familias del edificio contiguo al desaparecido garaje, el número 10 del pasaje de Calafell. Después de pasar toda la noche sacando objetos entre los cascotes, como atestiguaban los potentes focos que descansaban en un rincón, con la luz del día pudieron entrar en 7 de las 12 viviendas, cuyos enseres fueron cargados en camiones y depositados en un local de la calle de Llobregós y en el Punt Verd del barrio. Más tarde, entre los cascotes salieron fotos y objetos personales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Quedaba lo peor: finalizar el derribo, un trabajo que la pinza articulada reanudó a las dos de la tarde y dejó listo dos horas después. Con un increíble temple, el padre de uno de sus habitantes lo filmó todo en vídeo desde una ventana. Las 12 familias que, ahora sí, se han quedado sin casa visitarán esta mañana los pisos del Patronato Municipal de la Vivienda de la calle de Llobregós, 175-189, que un grupo de operarios se afanaba en limpiar ayer.

Mientras, en paralelo al regreso, continuaron las inspecciones de los pisos cuyos vecinos deben volver, en teoría, entre hoy y el domingo. Pero se repitieron las negativas y hubo fincas enteras que se negaron a firmar las actas. Josep Maria Oliva, del 18 del pasaje de Calafell, explicó que decidieron negarse al observar que su finca "ha quedado separada del número 20 por una grieta de tres dedos de ancho".

Según las previsiones del Ayuntamiento hoy deben regresar 150 personas, mañana 130 y otras 200 en el fin de semana. Faltarán 170 vecinos, los de los 12 edificios ubicados justo encima del túnel en el que ocurrió el hundimiento. Tardarán por lo menos dos semanas, las que precise el robot para inspeccionar el derrumbe sobre el túnel.

10 años de garantía

Joan Clos, alcalde de Barcelona, admitió ayer en las calles del Carmel que los afectados por el hundimiento tienen derecho a pedir todo tipo de garantías respecto al estado de las viviendas. No sólo ahora, sino también en el futuro. Momentos antes, varios afectados exigían de las administraciones tener 10 años de garantía. "Si ahora parece que los pisos están bien y luego no, ¿qué?, ¿quién nos paga los desperfectos que puedan salir en el futuro?", se preguntaba una vecina de Pantà de Tremp. Ese temor era compartido por bastantes de quienes ayer accedieron a volver a sus domicilios.

El alcalde se mostró favorable a dar la garantía por 10 años: "Siempre que se trate de viviendas que por su estado general antes de producirse el hundimiento tuvieran esa expectativa, creo que es razonable aceptar esa exigencia. Insisto en que la única condición es que la situación previa de la vivienda fuese buena".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_