Aparecen grietas en pisos cercanos a las obras de la futura estación de Taixonera-Coll
Vecinos de varios inmuebles de las calles del Santuari y del Beat Almató del barrio del Coll denuncian que las obras de ampliación de la línea 5 del metro han causado grietas en sus edificios. Se trata de las casas ubicadas junto a la zona donde está proyectada la instalación de una boca de metro de la futura estación Taixonera-Coll y un pasadizo para que la gente acceda a las plataformas del metro. Las grietas han aparecido a unos 500 metros del sovacón del Carmel.
La semana pasada una familia fue desalojada de su vivienda al detectarse hundimiento del suelo y varias grietas en uno de los sótanos del edificio número 6 de la calle del Santuari. Lo inspeccionó un ingeniero externo a Gisa -la compañía de la Generalitat que gestiona las obras- y determinó que las deficiencias se debían al mal estado de parte del edificio.
Gisa rechaza que las gritas se deban a las obras del metro. "Las catas realizadas confirman que la causa desencadenante del hundimiento parcial de la solera es la rotura de los desagües que discurren por debajo de la misma", señala uno de los informes. La familia tenía que entrar ayer a vivir en el inmueble, pero al final se prorrogó su estancia en el hotel Rubens hasta mañana.
Precedentes en 1989
El vecindario no está satisfecho con el informe y está convencido de que las grietas que aparecen en sus paredes son debidas a las obras de la prolongación de la línea 5 del metro. Algunas viviendas más abajo, las vecinas que viven en los números 89 y 93 de la calle del Beat Almató muestran las grietas de sus casas. "Nos pasamos media vida tapándolas", dicen con desespero Isabel Amigó y Carmen San Isidro. Las dos vecinas estuvieron 18 meses desalojadas en 1989 por la construcción de un garaje enfrente de sus pisos.
"Saben perfectamente que estos terrenos son bastante problemáticos para construir. Entonces, ¿por qué se ponen a construir una boca de metro justo al lado?", lamenta Carmen. "Cuando están perforando tiembla todo y aparecen grietas. Se separan los azulejos entre ellos, los cristales de los marcos de las ventanas...", prosigue. "Queremos que se pare la construcción de esta boca de metro, que no hace falta" , añadió.
Desde el Departamento de Política Territorial se puso énfasis en los dos informes que atribuyen las grietas a los daños previos que ya sufría la tabiquería del inmueble y a poblemas en el desagüe. Sobre las quejas del resto de vecinos, se apuntó que "no consta que nadie más haya hecho ninguna reclamación".
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