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Reportaje:

'Stop' a las ovejas foráneas

Los productores de queso con denominación de origen rechazan el uso de leche de razas no autóctonas

Razas autóctonas como base exclusiva para elaborar queso con denominación de origen. Esta es la demanda y el acuerdo suscrito días atrás en Pamplona por los productores de seis denominaciones españolas (Idiazabal, Roncal, Ossau-Iraty, La Serena, manchego y zamorano) y el sindicato agrario EHNE, enfrentados al deseo de las empresas productoras de la denominación de origen Roncal de introducir ovejas de razas foráneas en el proceso de elaboración, lo que permitiría duplicar la producción. La guerra del queso está abierta.

El queso de Roncal se elabora con la leche de las ovejas de raza latxa y rasa y del cruce de la latxa con la raza foránea milschaaf, resultado de reiterados intentos de las industrias por ampliar la producción. Estas quieren ahora cambiar el reglamento de la denominación y para ello necesitan la mayoría en el consejo, formado por dos representantes de los productores y otros dos de los pastores, miembros de los sindicatos ganaderos EHNE, opuesto a la medida, y UAGN, partidario de la apertura. Cuatro de las empresas productoras recibieron en la pasada legislatura el rechazo del Departamento de Agricultura y Ganadería, si bien el actual consejero, de CDN, no se ha pronunciado.

Las industrias aducen que no hay leche suficiente para atender la demanda

Las razas assaf y lacaume son las que podrían introducirse en Roncal. Las empresas aducen que la producción lechera de la oveja latxa es insuficiente para garantizar la supervivencia de la denominación, situada ahora en 387.000 kilos anuales. "Este no es el camino", señala Fermín Irigaray, portavoz de EHNE. "Si el problema es una demanda superior a la producción, ¿por qué los precios que se pagan al pastor están estancados desde hace cuatro años? Son estrategias comerciales que sólo beneficiarán a unos pocos, pero pondrán en riesgo la pervivencia de la economía pastoril de la zona, el medio ambiente de montaña y la calidad del producto", explica el sindicalista.

Los productores hablan de la "prostitución" de la denominación de origen y del riesgo de desaparición del pastoreo y las pequeñas explotaciones que perviven en los valles. Alonso Santos, de la denominación Queso Zamorano, subraya que las ovejas foráneas permanecen estabuladas todo el año y no se alimentan con pastos naturales. "La industrialización hará desaparecer de los montes la oveja autóctona", indica el productor castellano.

Michel Ocafrain, ganadero bajonavarro y portavoz de los productores de la denominación Ossau-Iraty, también se opone a la entrada de leche extranjera. "Nuestros compradores buscan un producto natural asociado al territorio y a la calidad de la oveja autóctona", señala. "Las grandes industrias no buscar fortalecer las denominaciones. Las quieren reducir a una simple marca comercial", añade.

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Paco Murillo, de la denominación extremeña La Serena, advierte que los intentos que sufre el queso navarro de Roncal se extenderán a todas las regiones. "Una oveja foránea estabulada produce diez veces más leche que nuestras ovejas merinas", afirma. Por su parte, Miguel Mari Arizaleta, pastor de Roncal, habla de un "fraude" al consumidor y advierte un gran riesgo para el desarrollo socioeconómico rural del Pirineo.

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