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Crónica:BALONMANO | Campeonato del Mundo
Crónica
Texto informativo con interpretación

España salva la vida

Garralda logra en el último instante la igualada frente a una Serbiaque había sido dominada por completo en el primer periodo

Todo parecía perfecto... hasta que las ideas comenzaron a nublarse. De un primer tiempo ante Serbia y Montenegro que invitaba al optimismo y a la euforia se pasó en el segundo periodo a una situación de angustia, malestar y temor. En cuestión de minutos desapareció la euforia y se rozó la miseria. Y España se salvó casi milagrosamente en el último minuto, cuando Mateo Garralda logró el gol del empate a 28. Ahora, la selección que dirige Juan Carlos Pastor ha dejado desgraciadamente de depender de sí misma para entrar en las semifinales del torneo. Tiene que ganar a toda costa a Noruega, mañana, en su último partido de clasificación y esperar que Croacia y Serbia no empaten entre sí. Es su única posibilidad para aspirar finalmente a ocupar uno de los peldaños del podio de honor.

ESPAÑA 28 - SERBIA 28

España: Barrufet; A. Entrerríos (4), Rocas (6, 2 de penalti), Uríos (1), Garralda (7), Juanín (3) y Rodríguez (4) -siete inicial-; Hombrado (p. s.) Garabaya, Lozano, Juancho, Romero (2, 1 de p.), Ortega y Hernández (1).

Serbia y Montenegro: Sterbik; Djurkovic (1), Kojic, Djukanovic, Stojanovic (7), Petric (5) y Andjelkovic -siete inicial-; Saric (p. s.), Krivokapic (4), Toskic (1), Muratovic (3), Sudzum (1), Milosavljevic (2) y Nikolic (4).

Árbitros: Vakula y Ljudovic (Ucrania).

Marcador cada cinco minutos: 4-2, 5-5, 11-9, 13-13, 16-14, 19-16 (descanso). 20-18, 22-21, 22-24, 23-25, 25-27 y 28-28.

Unos 2.000 espectadores en el pabellón Nueve de Noviembre, de Nabeul.

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El cansancio comienza a pesar

¿Dónde estuvo el error? ¿Qué fue lo que casi condenó a España? No fue un problema defensivo. España recibió sólo los goles que, teóricamente, le correspondía recibir. Sin embargo, falló en el ataque. No consiguió su marca habitual en este campeonato, en el que en todos sus partidos anteriores había superado los 30 goles. Eso fue lo que le hundió. Mientras en la primera parte la efectividad de los lanzadores y los extremos fue altísima -se rozó el ciento por ciento en muchos casos-, en la segunda todo se desequilibró. Los jugadores españoles permitieron que sus rivales serbios impusieran su ritmo lento y machacón, de constantes marrullerías en la defensa, de faltas y más faltas, y todo se embarulló.

España perdió sus esquemas y quedó a merced de unos lanzadores que cayeron en las precipitaciones y que se vieron forzados en ocasiones a tirar como fuera para no caer en pasivos. No había manera de abrir brecha en la defensa del equipo del legendario Veselin Vujovic y que tiene a siete de sus hombres jugando precisamente en la Liga Asobal.

Todo el excelente trabajo realizado en la primera parte por el central Chema Rodríguez y sus laterales, Mateo Garralda y Alberto Entrerríos, y las buenas finalizaciones de los extremos, Albert Rocas y Juanín, desaparecieron como por encanto y dieron paso a un sinfín de errores que dejaron a España con sólo cuatro goles en los 20 primeros minutos del segundo tiempo.

Era un balance atroz, motivado en parte por el cambio defensivo de Serbia, que abandonó el 3-2-1 y pasó a fortalecer su línea trasera dejando a un solo hombre de avanzado para intentar cortar las circulaciones del ataque español. El invento funcionó. España pasó de tener una ventaja de tres goles en el descanso (19-16) a perder por 23-25. Garralda, artífice de la victoria sobre Alemania, logró dos goles de nueve intentos. Romero y Alberto Entrerríos, dos de cuatro; Rocas, dos de seis, y Chema Rodríguez desapareció. Mientras tanto, Serbia había despertado y Stojanovic, el central del Bidasoa, y Krivokapic, el lateral izquierdo, lanzaron a su equipo hacia una victoria que no parecía que se les pudiera escapar.

Sin embargo, el equipo de Pastor tiene un valor que le diferencia del resto de las selecciones españolas: no se hunde en las adversidades. A pesar de que todo el mundo era consciente de que las cosas no les salían, siguieron luchando, intentando recuperar sus esquemas. Eso no lo consiguieron. Pero al menos salvaron una desventaja de dos goles (25-27 a cinco minutos del final) y lograron un empate que les permite seguir aspirando a las semifinales.

"Mi conclusión", confesó Pastor, "es que a un minuto del final estábamos muertos y ahora seguimos vivos y optando a las semifinales".

Juanín trata de batir a Saric.
Juanín trata de batir a Saric.REUTERS

Un empate entre Croacia y Serbia echaría a España

La última jornada de la segunda fase, que se disputa mañana, decidirá qué cuatro equipos pasan a las semifinales. España está obligada a vencer a Noruega y esperar que Croacia y Serbia no empaten. Si se produjeran esas tablas, el cuadro español quedaría fuera al darse un triple empate a siete puntos, que le perjudicaría al acumular peores resultados en los partidos entre los tres afectados. Pero ese empate no serviría a Croacia, pues una victoria de Noruega ante España le dejaría fuera de las semifinales.

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