Arteta y Marriner inician en San Sebastián su primera gira conjunta de conciertos
El maestro dirige un programa que incluye piezas de Mozart, Händel y Beethoven
La soprano Ainhoa Arteta (Tolosa, 1964) asumió hace años que el suyo es un oficio en el que "jamás se deja de aprender" y, precisamente por eso, optó por la formación continua. Este esfuerzo le ha permitido ampliar su repertorio e incluir en él a compositores como Mozart. Mañana interpretará en el Kursaal de San Sebastián algunas de sus piezas, por primera vez bajo la dirección del maestro sir Neville Marriner y junto a la Orquesta de Cadaqués. Será el primero de una gira que les llevará el 4 y el 5 a los auditorios de Logroño y Zaragoza, y el 8, a Albacete.
"Estoy verdaderamente emocionada con esta gira", confesó ayer la artista. "Tenía que haberla hecho el año pasado pero no pude por mi situación personal". Arteta se derrumbó tras la separación de su segundo marido, el barítono estadounidense Dwayne Croft, y suspendió todos sus compromisos, incluidas sus actuaciones con sir Neville Marriner y la Orquesta de Cadaqués, "un binomio perfecto". "Cuando me dijeron que iban a intentar hacer esta tourné me hizo una ilusión tremenda".
Arteta nunca ha actuado bajo la dirección de Marriner, un hombre que, a sus 80 años, sigue en plena forma sobre los escenarios y a quien los expertos consideran como uno de los mejores directores del momento. Ayer, este músico integral -violinista, fundador de la Academy of Sant Martin in the Fields-, y la tolosarra se sentaron en torno a la misma mesa para presentar la gira y recordar que dedicarán el concierto de mañana a la soprano Victoria de los Ángeles, recientemente fallecida.
Maestro y cantante intercambiaron palabras de admiración y hablaron del programa. "Me apetecía hacer Mozart y sir Marriner no ha puesto ninguna objeción. Me ha dejado elegir un programa purista, apropiado para este tipo de conciertos". ¿Por qué tanta obsesión con Mozart? "Es un autor al que no he cantado mucho a lo largo de mi carrera y digamos que de unos años a esta parte lo he trabajado y encaja mucho en mi vocalidad de ahora", sentenció la artista. "He tenido un periodo de cambio de profesores, de técnica y de todo, y creo que he mejorado. Desde luego, me siento más cómoda. Pero eso lo tiene que decir el público". Arteta, ahora asentada en su tierra, tiene la agenda de 2005 completa de citas con el público. Entre sus retos está interpretar a Tatiana en Eugene Oneguin, de Chaikovski, actuar en el festival de Múnich y hacer Fausto.
Pero eso será después de la gira que arranca mañana, después de que la soprano suba al escenario para interpretar Obertura y V'Adoro, pupille, de Giulio Cesare, de Händel; la Obertura en re mayor de Arriaga y las arias Vado, Ma dove y Chi sa, chi sa qual sia, de Mozart. Tras el descanso, la responsabilidad musical recaerá sobre la Orquesta de Cadaqués y sobre Marriner, comendador de la Orden del Imperio Británico por sus méritos musicales y hombre convencido de que el buen director es aquel que "estimula a la orquesta sin intimidarla". Es lo que tratará de hacer al llevar las riendas de la interpretación de la Sinfonía número 2, de Beethoven.
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