Zapatero recibe mañana a la patronal y los sindicatos para avanzar en el diálogo social

La entrevista que solicitaron al presidente del Gobierno la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CC OO ya tiene fecha. José Luis Rodríguez Zapatero recibirá mañana por la tarde a las cúpulas de las tres organizaciones para avanzar en el diálogo social. El proceso, que ha atravesado momentos bajos tras las divergencias por el salario mínimo, se reanuda hoy con la reunión de sindicatos y empresarios sobre la negociación colectiva. Los expertos del mercado laboral entregaron ayer su informe, que recomienda combinar flexibilidad para las empresas y seguridad a los trabajadores.

El presidente de la CEOE, José María Cuevas, y los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, tendrán mañana la oportunidad de trasladar al presidente del Gobierno sus inquietudes sobre el diálogo social. Tras las discrepancias en el salario mínimo, que empantanaron las negociaciones entre empresarios y sindicatos, ambas partes decidieron la semana pasada retomar los contactos con una pretensión común: reunirse con el presidente del Gobierno. Cuatro días después de realizar la petición, los agentes sociales ya tienen fecha. El encuentro se producirá mañana a las seis de la tarde.

Este encuentro supone dar continuidad al proceso de diálogo social que arrancó en La Moncloa el pasado 8 de julio y que culminó con una declaración común sobre los objetivos de este proceso. Cándido Méndez aseguró ayer que de esa cita espera "reforzar el compromiso con el diálogo social y dinamizarlo". Así lo subrayó en un almuerzo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica. Sindicatos y patronal pretenden ahora dar un nuevo impulso a las conversaciones, especialmente después de las desavenencias surgidas a raíz de lo aprobado a finales de año sobre el salario mínimo. El Consejo de Ministros dio el visto bueno a una revalorización automática a partir de 2008, aunque ligada a las circunstancias económicas, una medida que cuenta con el beneplácito sindical y la oposición de CEOE.

Las diferencias interrumpieron el acuerdo de negociación colectiva, que patronal y sindicatos debían haber cerrado en enero. La semana pasada ambas partes decidieron postergar el asunto del salario mínimo y revitalizar la negociación colectiva. Con ese nuevo espíritu arranca hoy la reunión entre Fidalgo, Méndez y Cuevas para renovar ese acuerdo, que sirve de referencia para los convenios colectivos. Los sindicatos pretenden mantener el modelo salarial reflejado en los tres acuerdos anteriores, con subidas salariales ligadas a tres elementos: inflación prevista (2%), cláusulas de revisión salarial si los precios se desvían de lo previsto y subidas vinculadas a la productividad, según recordó ayer Cándido Méndez. Sólo un día después, los mismos negociadores intercambiarán impresiones con Zapatero sobre este y otros aspectos del mercado laboral.

Reformas laborales

Uno de los elementos pendientes en este capítulo es la introducción de reformas en el mercado laboral. El grupo de expertos al que Gobierno y agentes sociales encargaron el pasado mes de julio un informe con sus recomendaciones entregó ayer el texto a la comisión de seguimiento del diálogo social. El documento, de 158 páginas, propone una difícil tarea: dotar de mayor flexibilidad a las empresas para adaptarse a su entorno y a la vez incrementar la protección de los trabajadores.

El informe destaca tres síntomas de debilidad laboral en España: elevada temporalidad (afecta a un tercio de los trabajadores), ineficiente protección social y bajo crecimiento de la productividad. Una de las recomendaciones concretas que figuran en el texto apunta a la mayor permanencia de los trabajadores mayores en su puesto.

Los expertos advierten de que los problemas laborales de España, entre los que también figura la baja ocupación, no podrán resolverse con reformas parciales. Y se muestran críticos con el uso de la temporalidad por parte de las empresas; en lugar de reservar ese tipo de contratos para funciones de duración determinada, "los contratos temporales están cumpliendo otras funciones: la provisión de flexibilidad externa e interna a las empresas". Ese uso, defienden, tiene "efectos negativos sobre la equidad y la productividad".