Vuelta a clase

Ministros, consejeros, concejales, subsecretarios y directores han vuelto a clase. Desde hace varios días, miembros de las tres administraciones -Gobierno central, Comunidad y Ayuntamiento- y todos los responsables de áreas de la Oficina Olímpica realizan ensayos para preparar sus presentaciones ante los miembros de la Comisión de Evaluación.

Se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. La elección de la sala no es casual. "Se trata de un salón muy amplio y con luz natural porque pasaremos allí muchas horas", explica Isidre Rigau, asesor de Madrid 2012 y responsable directo de la puesta en escena de estas jornadas. "Habrá una mesa en la que se sentarán los miembros del COI y otra enfrente en la que estarán los ponentes. Además, habrá un espacio para los auxiliares de los ponentes".

Los primeros ensayos se han realizado la semana pasada. "En algunos casos, las cosas han sido muy fáciles porque los ponentes se conocían; en otros, no porque es difícil por ejemplo que hayan coincidido un ministro, un consejero y un concejal", añade Rigau. Los ensayos se prolongarán hasta el día que llegue la Comisión de Evaluación y a ellos se incorporará hasta el ministro del Interior, José Antonio Alonso. "Nadie, independientemente de su rango, ha puesto objeción alguna a recibir indicaciones".

El discurso de Madrid 2012 ha cambiado desde que se presentó el informe. Sus responsables saben ahora que lo que tienen que hacer es "vender" un producto, "convencer" de que su oferta es la mejor. "El COI, además", explica Rigau, "nos ha indicado que, básicamente, no quieren que en las exposiciones se repita lo que ya se ha escrito en el dossier. Además, en el proyecto algunas áreas han cambiado, han crecido, y por eso la manera en la que se realizará la exposición será distinta".

Cuando la cincuentena de ponentes de Madrid 2012 expongan el proyecto lo harán en un tono "formal, pero directo". "Las normas del COI indican además", señala Rigau, "que cuando la Comisión de Evaluación realice una pregunta la respuesta llevará implícita el compromiso de que se hará lo que se ha dicho allí. Por eso, ante la duda, les hemos explicado a los ponentes que, si no están seguros de algo, se puede responder al día siguiente y por escrito".

El Ayuntamiento de Madrid y la Oficina Olímpica están volcados de lleno en el examen, que pasarán del 3 al 6 de febrero. Algunos concejales han pedido incluso que se les suspendan actos para tener tiempo de estudiar.

"Sabemos que nuestro proyecto es muy bueno, pero tenemos problemas con el inglés; por eso, algunas intervenciones serán con traductor. Otros ponentes están recibiendo algunas clases para mejorar el acento", indica Rigau.

En los horas previas los ponentes recibirán los últimos consejos, como, por ejemplo, cómo deben vestirse ese día.