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Entrevista:NICK DONOFRIO | VICEPRESIDENTE DE IBM

"Es muy difícil hacerlo todo y además ser el líder"

Donofrio explica la estrategia de desinvertir en los negocios "que no tienen sentido"

Patricia Fernández de Lis

Dice The Financial Times que Nick Donofrio es el "cerebro que hay detrás de los cerebros del gigante azul". Es una forma de describir el trabajo del vicepresidente de IBM, responsable de la estrategia tecnológica de la compañía y el I+D, es decir, su labor es encontrar la manera de aplicar las innovaciones de IBM en las empresas que son sus clientes.

El vicepresidente de IBM llega desde Londres con mucho retraso, así que celebra sus reuniones y entrevistas tal y como se bajó del avión: en chándal. Si está cansado, no lo demuestra. Habla con calma sobre los tremendos cambios que está viviendo IBM.

Donofrio tiene 58 años y lleva 40 trabajando en la compañía. En este tiempo, y tal y como él mismo explica, la transformación de la primera empresa informática ha sido brutal, hasta el punto de que ya no es sólo eso; ahora es también la mayor consultora tecnológica. Y ya no trabaja en el mercado de consumo; ahora sólo vende al corporativo. El último paso en este proceso de convertir a una compañía que lleva más de cien años fabricando máquinas en una empresa de servicios ha sido la venta de la división de PC a la corporación china Lenovo.

"Cuando tratamos de decidir qué hacíamos con los PC, lo que buscábamos era la manera de darle a esta división una oportunidad de crecer"
"Todo esto pasa porque, cuando estuvimos a punto de desaparecer
"Esta empresa tiene la capacidad de dar un paso atrás y ser objetiva sobre dónde debemos invertir y dónde no. Y se necesita ser muy valiente"

Pregunta. ¿Por qué decidió IBM vender sus PC?

Respuesta. Nosotros estamos centrados en el negocio del PC en la empresa, y hay toda una serie de cosas, en la parte del consumidor, en las que no estábamos necesariamente bien posicionados. Así que hemos deseleccionado ese negocio. No estamos diseñados para ello. Cuando tratamos de decidir qué hacíamos con los PC, lo que buscábamos era la manera de que esta división estuviera en una posición mejor para crecer, y darle la oportunidad de hacer lo que una compañía de primer orden puede hacer. Es algo muy similar, por cierto, a otras cosas que nosotros hemos desarrollado, perfeccionado, creado, inventado, descubierto, y luego decidido que ya no podíamos hacerlo más. En el caso de Lenovo, conocíamos muy bien a esta compañía desde hace mucho tiempo. Es una empresa que piensa como nosotros y, además, tiene una gran ambición y que vende muchos dispositivos para el consumidor. Así que no se trata de deshacerse de algo; es, literalmente, poner ese activo en un ambiente en el que puede crecer.

P. ¿Y fue una decisión difícil de tomar? IBM inventó el PC hace 24 años.

R. Siempre hay decisiones difíciles de tomar, nunca trivializaría de ellas. Además, una vez que tomas la decisión, también es complicado hacer que el acuerdo funcione. En este caso, hay diferencias culturales, diferentes tipos de empresas...

P. ¿Será difícil fusionar una empresa china y una estadounidense? Es la primera vez que se hace algo parecido [esta semana, la prensa estadounidense publicaba que el Gobierno podría poner trabas al acuerdo debido a su miedo a que una de las fábricas de IBM pudiera ser utilizada para el espionaje].

R. Sí, hay desafíos, pero son asumibles. ¿Sabe lo que que quiere decir lenovo en chino? Significa ser capaz de pensar con brillantez. No es una traducción perfecta, pero nosotros somos así, también. Lo superaremos. No creo que las culturas sean el problema, al final. Ambos tenemos la mente abierta, y hemos puesto toda nuestra energía en que el acuerdo funcione.

P. ¿Está IBM pensando en desinvertir de algún otro negocio?

R. Sí, lo hacemos siempre. Intentamos averiguar lo que tiene o no sentido, y las cosas en las que no vemos ese sentido tendemos a dejarlas de lado. Es el caso, por ejemplo, del negocio de discos duros, que hace dos o tres año vendimos a Hitachi. Otras cosas continuarán siempre, como los mainframes [grandes servidores corporativos]. La idea es centrarse en las cosas que tengan valor para nuestro negocio, que marquen la diferencia. Y eso es lo que determina dónde invertimos y dónde no.

P. Y ahora mismo, ¿cuáles son los negocios de los que hay que deshacerse, los que no aportan ese valor?

R. (Se ríe). Nos gusta lo que tenemos: el negocio de sistemas, tanto los servidores como el almacenamiento de datos; nos gusta el software; y, por supuesto, nos gustan los servicios.

P. IBM es, de hecho, la mayor compañía del mundo en consultoría tecnológica, la segunda de software, también fabrican chips para las consolas de videojuegos... ¿Qué es IBM en este momento?

R. A mí me gusta pensar que somos una compañía de soluciones. Creo que podemos hacer cualquier cosa para solucionar las necesidades de los clientes. Además, somos 320.000 personas pero hay alrededor de un millón trabajando en el ecosistema IBM, como parte de nuestras soluciones. Es una compañía diferente de cuando yo llegué, hace 40 años. Pero, en muchos sentidos, es una compañía increíblemente mejor. Está mejor posicionada para tener éxito en el siglo XXI de lo que lo estuvo en el XX, y eso que en el siglo pasado tuvo mucho éxito.

P. Pero, ¿qué le ha pasado a IBM en el mercado de consumo, por qué ha tenido que dejarlo?

R. Somos gente de empresa; no somos una compañía orientada al consumidor. Creemos que el mercado de consumo es muy importante y, de hecho, lo alimentamos con mucha de nuestra tecnología. Pero, cuando escucha la palabra "IBM", ¿en qué piensa, en el mercado de consumo o empresarial? La mayor parte de la gente piensa en la empresa. Y está bien, no nos importa no estar en el consumo. Es que es muy difícil ser todo para todo el mundo, y a la vez ser un líder. No podemos hacerlo, es así de simple, y nos hemos dado cuenta de ello. Ésta es una de las cosas que me gustan de IBM a día de hoy, esa capacidad de dar un paso atrás y ser objetiva sobre dónde debemos invertir y dónde, simplemente, debemos decir "esto no tiene sentido para nosotros". Se necesita una compañía muy valiente para hacer algo así.

Verá, todo esto pasa porque, cuando estuvimos a punto de desaparecer [en la crisis de 1993], nos convertimos en irrelevantes. Y eso es una cosa terrible. Vale, estás vivo, pero no le importa a nadie, porque no haces nada que importe de verdad. Muchas de las grandes ideas surgen de las crisis; nosotros fuimos bastante innovadores durante la nuestra. Trabajamos duro, y eso es lo que nos ha llevado a realizar innovaciones que tienen valor.

P. Usted es el responsable de I+D en IBM. Si tuviera que elegir una tecnología que cree que puede ser el próximo gran invento del siglo, ¿cuál sería?

R. Yo no creo que haya ese "gran invento". Habrá muchos de ellos, quizá cientos de miles. Pero, ¿cuál es el equivalente del transistor, o de Internet? Tenemos muchos físicos que están trabajando en cosas impresionantes como la informática cuántica. Pero la innovación en el siglo XXI no vendrá de ahí. Lo que más me entusiasma es averiguar cómo realizar más y mejor investigación en los servicios y el software, cómo los integramos y cómo formamos a las nuevas generaciones en ello. No hay un graduado o un master de ciencias de los servicios. Cuando me gradué, hace 40 años, tampoco me gradué en ingeniería informática, pero ahora estoy preocupado porque hay un gran cambio en marcha. No es sólo una cuestión de productos, es centrarse en cómo puedes ayudar al cliente para que tenga éxito, y en esa intersección entre servicios y productos es donde, al final, provendrá la innovación real.

Nick Donofrio, fotografiado en la sede madrileña de IBM.
Nick Donofrio, fotografiado en la sede madrileña de IBM.LUIS MAGÁN

"El sistema de patentes es absurdo. Ahoga la innovación"

Una de las decisiones más significativas que ha tomado IBM en los últimos tiempos es la de abrir el acceso a 500 de sus patentes. No son muchas si se tiene en cuenta que el gigante azul registró 3.248 sólo el año pasado, lo que la convierte en la empresa que más patentes registra por duodécimo año consecutivo. Pero es una decisión importante por lo que significa: IBM tiende su mano a la comunidad de software libre y, además, hace un gesto que parece apoyar las voces que se alzan, cada vez más alto, contra el sistema de propiedad intelectual.

Pregunta. ¿Por qué ha tomado IBM esta decisión?

Respuesta. Durante el año pasado estuvimos pensando mucho sobre este asunto. Creemos que el papel de la innovación, y su valor, serán diferentes en el siglo XXI. Será más colaborativa, más multidisciplinaria. Y una de las cosas que nos preguntamos es si teníamos el sistema de propiedad intelectual adecuado. Estudiamos varios informes, como el de la National Innovation Innitiative, que dice que el sistema que tenemos, si no somos cuidadosos, puede sofocar la innovación, la ahoga. Así que nos lo hemos tomado muy en serio y queremos diseñar una nueva política de propiedad intelectual.

Verá, yo soy un inventor. Hace 40 años no te daban una patente a no ser que la ratonera que habías inventado fuera una ratonera, y fuera la mejor. Y si no podías probarlo, no te daban la patente. Ya no funciona así. Puedes inventar algo, que algún día y de alguna manera funcione, y es probable que te den una patente. Y es un error, es absurdo. Así que lo que queremos con esa donación de patentes es crear un espacio de libertad, una base común. Cuando estudiaba ingeniería informática, todo el que quería ser alguien intentaba trabajar en construir sistemas operativos, pero ya no hay suficiente valor ahí. Por eso, hemos creado una organización especial en la compañía de la que yo soy el último responsable. Y es el momento. Es el momento justo para ayudar a que estos cambios se realicen.

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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