Un bastión chií en calma precaria
Basora, a orillas del golfo Pérsico, es una ciudad de millón y medio de habitantes en su inmensa mayoría de confesión chií. Aunque no se ha librado de sangrientos atentados de los rebeldes, la frecuencia de los ataques en esta zona del país, controlada por las tropas británicas, no puede compararse a la que padecen los residentes en las zonas pobladas por suníes, en las que se apoyó el régimen de Sadam Husein.
"Gracias a Dios, la situación en Basora es mejor que otras provincias", afirma un funcionario. Pero no ideal. En los últimos 30 días se ha registrado un ataque diario de los insurgentes.
Es en esta ciudad, donde se presentan 41 partidos, y en las demás localidades del sur donde la candidatura pactada por los principales partidos chiíes -Dawa y la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak, los favoritos para vencer en los comicios- recogerán la inmensa mayoría de sus votos.
Pese a las advertencias de la insurgencia -el jefe de Al Qaeda en Irak ha asegurado que habrá francotiradores para disuadir a los votantes de acudir a los colegios-, es previsible una alta participación. Es la oportunidad de los chiíes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.