864 desalojados
Las obras de la línea 5 del metro causan un socavón en el Carmel
Un total de 864 personas del barrio del Carmel de Barcelona fueron desalojadas ayer por la mañana debido a un hundimiento originado por las obras de prolongación de la línea 5 del metro. El socavón, un inmenso agujero de 30 metros de diámetro por 32 de profundidad, se tragó
un garaje y la vivienda superior. Tanto el garaje como un edificio colindante en el que viven 25 personas estaban desalojados desde el martes por la noche, cuando se produjo un desprendimiento en el subsuelo. Los trabajos de contención de esa brecha no lograron estabilizar el terreno y la tierra cedió ayer a las 9.30 horas.
No hubo heridos, pero sí un buen susto cuando por el interfono de los porteros automáticos de la zona una voz instaba a los vecinos a que abandonaran sus domicilios sin perder tiempo. La mayoría de ellos salieron con lo puesto. El radio inicial de seguridad del desalojo fue de 25 metros, luego de 50 y al final de 100. En total, 84 edificios de viviendas y 2 colegios -Santa Teresa y el CEIP del Carmel- con 439 alumnos fueron desalojados. Los edificios evacuados fueron los situados entre los números 18 y 74 de la calle de Sigüenza, del 1 al 29 de Bernat Bransi, del 126 al 166 de Llobregós, del 3 a 11 y hasta el 12 en la acera de los pares en Conca de Tremp, y del 2 al 22 y del 1 al 19 en el pasaje de Calafell. El edificio que se hundió fue el situado en los números 12 y 14 de este pasaje, pero había riesgo de que el colindante también se viniera abajo.Los servicios de atención se centralizaron en un centro cívico del barrio y en más de 400 niños de dos colegios evacuados fueron conducidos a otras dos instalaciones del Carmel.
Los vecinos vivieron angustiados la precipitada salida de sus casas y se oyeron críticas sobre falta de previsión
Evacuados los ocupantes de 84 edificios de viviendas y 400 alumnos de dos colegios de la calle del Llobregós
La Generalitat realizará nuevos estudios geológicos de la zona antes de continuar con las obras del metro
La alarma saltó ayer a primera hora de la mañana, cuando los técnicos que trabajaban en la zona vieron una grieta en el garaje desalojado el martes por la noche. "Hemos ampliado la zona de seguridad por riesgo de hundimiento", explicó ayer el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal. A las 9.30 horas el suelo cedió.
La brecha en el terreno se produjo el pasado martes sobre la cola de maniobra del túnel, un túnel auxiliar que se utiliza en caso de averías u otras incidencias. Tanto Nadal como Ramon Serra, presidente de la empresa Gestión de Infraestructuras (GISA), que ejecuta la obra, explicaron que la chimenea que se formó por encima del túnel sin llegar a la superficie fue de unos 15 metros. "Los técnicos decidieron infiltrar tierras por abajo para asentar el terreno y las paredes del túnel", explicó Nadal. En superficie, con perforadoras, se hicieron los agujeros para luego inyectar hormigón. "Con esa actuación se esperaba asentar el subsuelo", explicó el consejero.
Eso no ocurrió. Los trabajos continuaron el miércoles; mientras, los 25 vecinos desalojados el martes seguían hospedados en hoteles. Según Política Territorial, los extensómetros -aparatos que detectan los movimientos- apenas registraron alteraciones en el subsuelo el miércoles. Pero sí lo hicieron ayer a primera hora e inmediatamente se produjo el socavón.
A preguntas de los informadores, tanto el consejero como el alcalde de Barcelona, Joan Clos, señalaron que los trabajos de relleno del agujero, que se realizan con tres hormigoneras simultáneamente, durarán como mínimo tres días. Y luego hay que esperar a que fragüe el hormigón y se analice el estado del terreno. También insistieron en que los afectados sólo volverán a sus domicilios cuando se tenga la seguridad de que no hay riesgo. Nadal avanzó que la Generalitat asumirá todo tipo de daños y perjuicios que haya ocasionado el hundimiento.
Al preguntársele si en los estudios previos a las obras no se habían advertido irregularidades de asentamiento, Nadal aseguró: "Las muestras se hacen de puntos concretos y metro a metro la composición del terreno puede cambiar. En esa zona hay arcillas, pizarras y gres. Las pruebas no detectaron irregularidades o fallas. Es más, los técnicos señalan que el movimiento que se ha producido no tiene precedentes". A la cuestión de si lo ocurrido hará replantear el proyecto, Nadal respondió que antes de continuar con el túnel se hará un nuevo análisis geológico de la zona y se incrementará el número catas del subsuelo y de análisis. La prolongación de la línea 5 del metro es de tres estaciones: Carmel, Taxonera y Vall d'Hebron, y falta por realizar la gran curva que describe el trazado, también por debajo de viviendas, algo que no ha ocurrido hasta ahora con las otras líneas de metro construidas, ya que van por debajo de secciones de calles. Técnicos de Política Territorial admitieron que las obras del metro se retrasarán, aunque no precisaron cuánto tiempo.
Tratamiento equivocado
En cuanto al método utilizado para rellenar el desprendimiento inicial del martes, con tierras y sedimentos, técnicos consultados señalaron que utilizar tierras no es lo más adecuado porque ceden y apuntaron que la mejor solución hubiera sido inyectar directamente hormigón, como finalmente hicieron ayer tras el hundimiento. Las mismas fuentes pusieron como ejemplo los socavones que se han producido en obras del metro de Madrid, en los que se inyecta directamente hormigón.
De los 864 vecinos censados en el área desalojada, a última hora de ayer los servicios sociales del consistorio habían alojado a las 809 personas que habitan las casas en este momento, 639 de ellas en ocho hoteles y 140 en domicilios de familiares; las restantes escogieron otras soluciones. No tenían ni idea de cuándo podrán volver a sus domicilios.
El accidente suscitó inmediatas reacciones en los partidos de la oposición. Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, pidió una investigación exhaustiva de lo ocurrido para "garantizar la seguridad de todas las obras del metro", especialmente ahora, cuando la ciudad afronta grandes infraestructuras, como la línea 9 del metro y el AVE.
Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del PP, no dudó en achacar la culpa al Ayuntamiento (las obras del metro las ejecuta GISA por encargo del Departamento de Política Territorial de la Generalitat). "Hace meses advertimos de que las obras del metro podían afectar a la seguridad de los edificios y no nos hicieron caso", señaló.
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