Saldaña aprueba medidas por la falta de lluvia y señala que los daños no se evaluarán hasta junio

El consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, indicó ayer que la Junta esperará hasta "mayo o junio" para comenzar a evaluar "las pérdidas que se hayan podido producir" en los cultivos de secano afectados por la falta de lluvias, muy acusada en los últimos tres meses. Con reelación a las exigencias de las organizaciones agrarias, Pérez Saldaña consideró "excesivamente adelantado hacer balances de los daños producidos hasta que terminen las cosechas", dentro de cuatro o cinco meses. Aún así, el consejero calificó la situación de "preocupante" y agregó que Agricultura va a aprobar algunas medidas para paliar la posible merma de ingresos, como autorizar la retirada bonificada de tierras.

Agricultura considera que aún no se puede hablar técnicamente de sequía, aunque lo cierto es que ya ha empezado a tomar medidas por los efectos que está teniendo en la agricultura el otoño más seco de la última década. El consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, ha reconocido que si no llueve en 10 ó 15 días los cultivos de secano, especialmente el cereal o la remolacha, se encontrarían ante una situación "compleja", aunque ayer insistió en que aún "hay alguna esperanza" de recuperación en estos cultivos y en que no puede haber balances definitivos hasta el final de la campaña. Según Pérez Saldaña sólo entonces, si la rentabilidad de la cosecha es menor a la media de los últimos cinco años, se podrá hablar de pérdidas en el campo andaluz.

En cualquier caso, el consejero reconoció que se han emprendido acciones para garantizar la rentabilidad de los agricultores, como permitir la retirada del cultivo del 50% de las tierras afectadas y posibilitar que la mayor parte de estas hectáreas que quedan liberadas para barbecho se puedan destinar a alimento del ganado, tal y como había demandado la organización Asaja. Además, la Consejería de Agricultura y Pesca va a pedir a la Comisión Europea un anticipo de las ayudas de la PAC de un mes y medio aproximadamente y por motivos extraordinarios, según establece la normativa comunitaria.

Éstas y otras posibles medidas serán analizadas en una reunión de la Junta con las organizaciones profesionales que se celebrará el próximo 28 de enero. Asaja ha evaluado ya los daños en los cultivos de secano y en la ganadería en más de 350 millones de euros en toda la comunidad, aunque Agricultura recuerda que los seguros agrarios están justamente para paliar pérdidas económicas por incidencias climatológicas.

Los cereales y remolacha son los subsectores agrícolas más afectados por la falta de precipitaciones. En el primer caso (trigo, cebada y avena), las siembras necesitan de la llegada de las lluvias para asegurar su favorable evolución. Los servicios técnicos de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) han advertido, de igual modo, grandes problemas en lo relativo al desarrollo vegetativo de las plantitas de remolacha, puesto que la ausencia de precipitaciones y el descenso significativo de las temperaturas han llevado a un retraso en el mismo. En algunas ocasiones estas condiciones están llevando al agricultor a levantar los cultivos y a realizar siembra de otros cultivos alternativos como girasol. De otro lado, los campos de habas o de judías se encuentran en general ya nacidos aunque precisan de agua para proseguir su desarrollo, por lo que la ausencia de la misma puede perjudicar gravemente al sector.

En el olivar, el desarrollo fenológico del árbol se está viendo afectado. La UPA ha adelantado que de no llover en las próximas semanas pedirá a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que autorice riegos extraordinarios para el olivar, y recuerda que algunas comunidades de regantes ya están aportando agua a otros cultivos ante la ausencia de precipitaciones. La falta de lluvias también ha originado una escasez de pastos para el ganado ovino y caprino y un aumento de costes por la compra de forrajes, piensos y paja.