Pérdidas de 600 millones en el sector agrario

La ausencia de aguas durante los últimos meses está comenzando a tener efectos negativos en el sector agrario de la mitad sur de la Península. Si la sequía se mantiene durante las próximas semanas, los efectos serían catastróficos. La situación podría volver casi a la normalidad si llegan las lluvias a corto plazo. Las reservas de agua en los pantanos en esas zonas son suficientes para atender los cultivos de regadío. El sector estima los daños en unos 600 millones de euros.

Los daños son irreversibles en el olivar donde la producción ha bajado de unas previsiones de un millón de toneladas a menos de 900.000.

La comunidad autónoma más afectada por la falta de lluvias es Andalucía. La organización agraria Asaja evalúa las pérdidas en unos 340 millones de euros. En remolacha se ha perdido casi la totalidad de las 25.000 hectáreas de secano sembradas en septiembre. También han resultado afectadas las superficies de los cultivos de secano de cereales y proteaginosas. La falta de pastos ha subido los costes de explotación en las cabañas de ganado extensivo ante la masiva utilización de los piensos y las subidas registradas en los forrajes y la paja.

Ante la gravedad de la situación, el consejero de Agricultura andaluz, Isaías Pérez Saldaña, ha dado luz verde a los agricultores para la retirada voluntaria de las tierras de cultivo de hasta el 50% y que esas superficies se puedan dedicar para la alimentación del ganado.

En Extremadura, la situación están afectando muy negativamente a los cultivos de cereales y leguminosas de secano. Sin embargo, según Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, los daños no son irreversibles y, si lloviera en en plazo de dos semanas, la situación volvería a la normalidad. Donde los daños han sido graves es en la ganadería extensiva por la falta de pastos para ovino, caprino y vacuno y por la pérdida de la bellota para el cerdo ibérico.

En Castilla La Mancha, según el secretario general de Coag-Jóvenes Agricultores, Antonio Castellanos, se han producido aumentos de costes para la cabaña ganadera. En las siembras de secano los efectos negativos se podrían ver en el plazo de dos semanas, valoración que coincide con la Consejería de Agricultura. La preocupación se centra en las reservas a la baja de los acuíferos.