Recelos y temores en el Gobierno catalán

El acuerdo alcanzado entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, para crear una comisión donde negociar un modelo de Estado desató los temores de algunos dirigentes del Gobierno catalán, que pensaron en el pacto autonómico de 1981 que desembocó en la ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico, la Ley de Partidos o el acuerdo antiterrorista.

No obstante, el horizonte de lograr una tregua al terrorismo de ETA que algunos gestos parecieron evocar precisamente en cuestión de horas fueron suficientes como para desvanecer los temores que existían, especialmente de los dos aliados del Partit dels Socialistes de Catalunya -que también lo son del PSOE en el Gobierno central-: Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV-EUiA). Convergència i Unió (CiU) se quedó sola en sus críticas a una situación que considera una "tutela" del Estatuto catalán, en palabras de su líder, Artur Mas.

Los nacionalistas de CiU -por vez primera en la oposición y ante la perspectiva de un proceso de reforma estatutaria que ellos no capitanean- han sido los redactores del memorial de agravios que genera la nueva situación. Desde la federación se considera que PSOE y PP tutelarán ese proceso de reforma y pondrán límites a las ambiciones del autogobierno catalán, según ha reiterado el propio Mas. "Todos los partidos catalanes nos hemos de poner de acuerdo para evitar intromisiones", ha subrayado el líder de CiU, quien ha solicitado una entrevista con el presidente del Gobierno catalán, Pasqual Maragall, para abordar la cuestión. El próximo jueves se celebrará la reunión entre el presidente y el líder de una oposición, que esta semana ha sacado a la calle toda la artillería de proposiciones que había guardado en las estanterías del olvido durante los ocho años de alianza con el PP.

Apoyo del 90%

La lección que el tripartito ha sacado del plan Ibarretxe es que un Estatuto apoyado por al menos el 90% de los diputados del Parlamento catalán resulta difícilmente rechazable por el Congreso de los Diputados, asegura el consejero de Relaciones Institucionales, el ecosocialista Joan Saura.

Con la fe puesta en ese horizonte de mayor autogobierno junto a la pacificación de Euskadi, el propio líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, ha dado su nihil obstat al acuerdo entre PP y PSOE, ese que prohibía expresamente un pacto del Tinell -el que alumbró el tripartito- nacido para "resistir al Partido Popular", en palabras del secretario general de Esquerra, Joan Puigcercós.

El primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, almorzó el pasado lunes con Carod y le dio garantías de que "no hay nada que temer". El líder de ERC asegura que dio su bendición al acuerdo PP-PSOE si todo ello "acaba conduciendo a la pacificación de Euskadi". La entrevista que Zapatero mantendrá con sus aliados republicanos busca disipar las dudas que anidan en el corazón soberanista de ERC que, de momento, ha apostado por la España federal.

El PP catalán, que lidera Josep Piqué, ha visto bendecida su orientación y su participación en la ponencia que reforma el Estatuto con el pacto entre Rajoy y Zapatero.