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El picador leonés que llegó a banquero

El Banco de Valladolid, origen de este maremoto financiero, fue una de las primeras entidades que entraron en la UVI bancaria montada para salvar la profunda crisis que atravesaba el sector en aquella etapa y que primero se llamó Corporación Bancaria y después Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios.

El Valladolid, cuya sede era vecina del imperio Rumasa en la plaza de Colón de Madrid, provenía del antiguo Banco de Medina, que presentó dos suspensiones de pagos en 1962 y 1966, cuando Domingo López Alonso ya era accionista. En 1967 pasó a denominarse Banco de Valladolid y ya a principios de los setenta empezó a tener los problemas que le llevaron a la intervención en 1978. El balance presentado por la autoridad monetaria era demoledor: problemas de tesorería con incremento de créditos superiores al de los depósitos; concentración de riesgos en sociedades de López Alonso; las suscripciones de acciones de este grupo se hacía con créditos del propio banco, y, existencia de una caja B, que se nutría de dinero procedente de simulación de obras que incrementaban artificialmente el inmovilizado.

El Banco de España exigió a López Alonso que depositase sus acciones (el 63,2%) para responder a los apoyos financieros, pero éste se resistió hasta que el banco fue intervenido en noviembre de 1978. Previamente, en julio había dimitido de la presidencia Vicente Calderón (presidente también del Atlético de Madrid), que había comprado acciones a López Alonso. Tres años después fue vendido a Barclays, único banco extranjero que acudió junto a diez nacionales, a la subasta restringida del Fondo.

Acusaciones de "robo"

López Alonso, uno de los promotores del diario de ultraderecha El Imparcial, inició entonces una carrera judicial. En 1999 publicó un libro titulado Atraco en el que se presentaba como víctima de un "robo" de más de 23.000 millones de las antiguas pesetas por parte de Mariano Rubio y Luis Ángel Rojo. López Alonso ha interpuesto multitud de litigios contra Barclays, el Fondo y el Banco de España, con escaso éxito. En mitad de este proceso, fue considerado falto de recursos económicos, por lo que se benefició de la justicia gratuita.

Nacido en Lumeras, en los Ancares leoneses, comenzó como picador en la cuenca minera del Fabero. Le tentó la política -fue concejal del ayuntamiento de León entre 1955 y 1961- y, en paralelo, las finanzas. Participó en la creación del Banco Industrial de León. De ahí saltó al citado Banco de Medina, que posteriormente sería el de Valladolid de sus desdichas.

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