César estará de seis a ocho meses de baja por la entrada de Figo
El zaragocista, formado en la cantera del Madrid, jugó en el Bernabéu su primer partido del curso
César Jiménez, de 27 años, defensa central del Zaragoza, estará entre seis y ocho meses de baja tras la durísima entrada que le hizo Figo el pasado domingo en el Bernabéu. Era el minuto 22 de un partido muy especial para César: su debú esta temporada. El zaragocista recibió ayer un diagnóstico descorazonador: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y rotura de fibras profundas, menisco-fibrales y menisco-femorales a nivel del ligamento colateral externo. Competición, como ha hecho otras veces, puede actuar de oficio contra Figo, que ni siquiera fue amonestado por la entrada.
César Jiménez (Ávila, 1977) esbozaba el domingo una sonrisa entre nerviosa y alegre. No en vano el central del Zaragoza iba a disputar sus primeros minutos de la temporada. Y en el estadio Bernabéu. Apenas superado el cuarto de hora, Figo, en el borde del área, fintó para deshacerse de dos jugadores, pero, trastabillado, se tiró larga la pelota y perdió las opciones de recuperarla. César, bien colocado, se fue al corte y desvaneció el peligro. Pero Figo, que se había lanzado al suelo con la planta derecha por delante, levantó la pierna e impactó con los tacos de la bota en la rodilla izquierda del zaguero. La pierna de César se dobló de manera antinatural. El portugués, cuando el colegiado, José Javier Losantos Omar, señaló el descanso, fue a ver a César para pedirle perdón. Ayer, tras conocer el alcance de la lesión, se mostró consternado: "En ningún momento fue mi intención hacerle daño. Los dos disputábamos el balón con fuerza por el suelo. Yo incluso entré con los ojos cerrados y él llegó antes. No me siento bien. Estoy muy triste".
"Tiene mala pinta, pero hay que ser precavidos hasta que se le haga la resonancia magnética", advertía el jefe de los servicios médicos del Zaragoza, el doctor Villanueva, al final del encuentro. Ayer, en la clínica Quirón, el diagnóstico fue rotundo: "Rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y rotura de fibras profundas, menisco-fibrales y menisco-femorales a nivel del ligamento colateral externo. Tiempo estimado de baja: seis meses". Veintidós minutos jugó César en el Bernabéu y 22 minutos ha durado su temporada. El jugador será operado pasado mañana en Madrid.
César recaló en el filial del Zaragoza hace cinco temporadas después de formarse en la cantera del Madrid. A las órdenes de Manolo Villanova, completó una estupenda campaña con el Zaragoza B. Luis Costa lo ascendió al primer equipo en la siguiente temporada. Debutó en Primera, con gol incluido, el 14 de enero de 2001 ante Osasuna. Pero el cuadro aragonés no pudo eludir el descenso esa campaña. El banquillo, ya en Segunda, lo ocupó Paco Flores, que descartó a César. Entonces, el central decidió irse cedido al Almería. Hasta que Víctor Muñoz, el técnico actual, lo repescó en el verano. Pero César, dado que Milito y Álvaro forman uno de los cierres más fiables y solventes de la Liga, tampoco tuvo ocasión de mostrar sus cualidades, su elegancia y su facilidad para sacar el balón jugado desde atrás. Este curso también llegó a plantearse una nueva cesión al ver que Víctor Muñoz no contaba con él. Pero en el Bernabéu, con la baja de Milito por sanción, le llegó la alternativa.
"He vivido su situación y... es una lástima. Además, siempre lo da todo en los entrenamientos y ha esperado pacientemente su oportunidad. Lo único que podemos hacer es darle todos los ánimos y apoyarle al máximo", comentó el portero del Zaragoza, Luis García. Víctor Muñoz se expresó en una línea similar: "Tanto él como el resto de la plantilla no esperábamos que fuese tan grave. Sólo le había dado la oportunidad de jugar en la Copa y en el primer partido de Liga le pasa esto. Es un profesional modélico y deseamos que vuelva lo antes que pueda".
El árbitro pitó la falta, pero ni siquiera amonestó a Figo. De hecho, ni siquiera en el acta hizo mención alguna a la jugada. Ahora, el Comité de Competición puede actuar de oficio contra el portugués, como ha hecho en múltiples ocasiones precedentes. Figo es reincidente: en abril de 2004 fue expulsado y sancionado con un partido por otra entrada con los pies por delante al barcelonista Puyol, que sufrió un grave esguince de tobillo. Tres días después, Apelación le perdonó. El Zaragoza aclaró ayer que no piensa denunciarle.
Abatido por su infortunio, César empezó ayer a mentalizarse de que se va a tener que pelear con la bicicleta estática, primero, y las pesas, después. Pero también sabe que no desistirá de cumplir su sueño de triunfar en Primera.
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