Unos vándalos saquean un centenar de nichos y profanan dos tumbas en el cementerio de Dénia

El cementerio de Dénia (Marina Alta) fue el objetivo en la madrugada de ayer de un grupo de vándalos que asaltaron el camposanto para robar materiales preciosos, en su mayoría marcos de plata de portafotos y otros ornamentos valiosos. Los asaltadores destrozaron las vitrinas de cerca de un centenar de nichos y profanaron otras dos tumbas. En su devastador saqueo llegaron a sustraer hasta la calderilla, no más de 30 euros, del velatorio de la capilla. La investigación policial apunta a un grupo de rumanos como los autores del expolio.

El asalto al cementerio se produjo a últimas horas de la madrugada. Los ladrones accedieron al camposanto trepando por uno de los muros del recinto funerario. Una vez en el interior abrieron, a patadas, la oficina del enterrador y en su búsqueda de objetos de valor, esparcieron por los suelos todos los ficheros. A continuación, se dirigieron a la capilla y se apropiaron de las monedas que las familias de los difuntos depositan alrededor del velatorio. De allí, se trasladaron a una zona concreta del cementerio, la que acoge los nichos cuyas fachadas están recubiertas con materiales preciosos, generalmente plata. Para ello, rompieron las vitrinas de casi una centenar de nichos. También profanaron dos tumbas antiguas, sacaron los ataúdes y echaron a tierra los restos de los cadáveres.

Según aseguró el concejal de Gobernación del Ayuntamiento de Dénia, Pep Marí, el asalto al fosar fue descubierto por el enterrador a primeras horas del domingo. Marí subrayó que, a tenor de las primeras indagaciones de la policía, "todo apunta a que el móvil del asalto ha sido el robo". "No se ha encontrado ninguna señal que relacione el hecho con una acción de tipo satánico", añadió. El edil subrayó que, por la forma de ejecutar el robo y el área del cementerio en la que actuaron, los ladrones habían reconocido, previamente, el lugar para verificar las tumbas con más materiales valiosos.

El edil descartó hacer una evaluación de los daños a la espera de un informe pericial más detallado. El cementerio estuvo cerrado durante las primeras horas del domingo, mientras los operarios realizaban las labores previas de limpieza y recogida de los desperfectos. A continuación, se abrió para celebrar un entierro.