Absuelto un británico que dio muerte a su mujer tras un pacto suicida
Un juez inglés ha actuado con máxima clemencia al dejar ayer en libertad a un policía jubilado que mató a su mujer en un pacto suicida. El pasado octubre, Brian Blackburn, de 62 años, cortó las venas de las muñecas de su esposa, Margaret, enfermera de profesión y aquejada con un cáncer de estomago. Le quedaban pocas semanas de vida cuando murió desangrada en brazos de su esposo. A continuación, Brian repitió la operación en sus propias venas, pero la sangre se coaguló sin poder cumplir su deseo de morir junto a la mujer con la que convivía desde 1998.
"Mi esposa no quería morir despacio en el hospital. Yo hice lo que ella me pidió hacer", declaró en el juicio tras entregarse voluntariamente a la policía y pasar cuatro meses en prisión preventiva. "Yo fallé", añadió en referencia al mutuo pacto suicida, "y ahora debo pagar el precio". Blackburn contó con el apoyo de sus dos hijos a lo largo del proceso judicial.
El juez Richard Hawkins se mostró comprensivo con las circunstancias del caso y dejó ayer en libertad al responsable de un crimen que conlleva una pena máxima de 14 años en prisión. "No voy a enviarle a la cárcel", dijo al dictar sentencia y tras describir a Blackburn como un "marido afectuoso" que cumplió el último deseo de su mujer. La autopsia detectó un tumor de tres kilos en el estómago de la enfermera.
La justicia británica está crecientemente mostrando clemencia en casos relacionados con la eutanasia asistida. Prohibida en el Reino Unido, se aceptan los viajes de pacientes terminales a clínicas de países europeos como Suiza y Holanda, más permisibles en esta polémica materia.
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