Estereotipos del español medio

De todos es sabido que cuando se habla del estereotipo del español casi siempre aparecen dos adjetivos: juerguista y algo guarro (con el espacio público sobre todo).

Y para confirmarlo ya hubo algún vecino de mi barrio (Lucero, distrito Latina) que el pasado 21 o 22 de diciembre empezó la juerga propia de las (¡por fin!) pasadas fiestas y rompió en la calle en la que vivo (Antonia Calvo) varias botellas de vidrio.

Dado que la mayoría de las calles en mi barrio son estrechas no es necesario comentar que tanto coches como personas hemos estado pisa que te pisa los citados vidrios y a estas alturas casi se confunden con el asfalto, porque a 10 de enero, los servicios municipales de ¿limpieza? no han aparecido por la citada calle.

Y yo me pregunto: ¿hay calles de primera y segunda clase?, porque yo todos los días veo barrenderos en las calles principales del barrio (como la de Alhambra, la dedicada al Concejal F. J. Jiménez...), pero casi nunca en las calles más pequeñas.

Y ahora pregunto al concejal responsable de la limpieza urbana: ¿pasará nota a su compañero de Hacienda, para que nos haga una rebajita en los impuestos, por esta falta de servicio?

Imagino que ellos este tipo de tonterías ni las ven ni se fijan, pues no solamente vivirán en barrios de primera clase, sino que su calle estará siempre como "los chorros del oro".