Vizcaya iniciará en 2007 los primeros 14 kilómetros de la 'Supersur'
La autopista de peaje paralela a la A-8 costará 1.290 millones
La Diputación de Vizcaya espera iniciar en julio de 2007 la mayor inversión en una infraestructura pública viaria en Euskadi. La autopista de peaje llamada Supersur, concebida para ofrecer un acceso alternativo a Bilbao a la saturada autopista A-8, costará 1.290 millones de euros, según las previsiones actuales. La Diputación pretende que la primera fase, entre Arrigorriaga y Trapagaran, esté en funcionamiento en 2010, para lo que encargará cada tramo a constructoras diferentes. Su coste se financiará con el canon de la Supersur, el peaje de la la A-8, créditos y los presupuestos.
El diputado general José Luis Bilbao protagonizó ayer la comparecencia ante la prensa para anunciar los plazos de su proyecto estrella, con el que se pretenden resolver los continuos atascos en los accesos a la capital vizcaína. La Diputación ha tenido que cambiar su II Plan de Carreteras para incluir la Supersur, un trámite aprobado en el Consejo de Gobierno de ayer.
Ahora se sacarán a concurso los proyectos constructivos de la autopista, que se quiere tener aprobados en septiembre de 2006. En noviembre del próximo año saldrían a licitación las obras con el fin de adjudicarlas en abril de 2007 y comenzar la ejecución en julio de ese ejercicio. José Luis Bilbao aseguró que la "puesta en marcha" de la primera fase será en 2010. Para ello, la institución foral encargará cada tramo a una constructora diferente, lo que permite acortar los plazos.
Esta primera fase es un tramo de 14 kilómetros, de los 36 de toda la Variante Sur, que unirá el municipio de Trapagaran con el de Arrigorriaga. La inversión es de 710 millones de euros, más del doble de los 282 que había calculado la Diputación hace tres años, cuando empezó a estudiar el proyecto. El coste ha aumentado también respecto a la cifra aportada hace un año -545 millones- por las modificaciones en el trazado tras analizar las cerca de 200 alegaciones presentadas. Pese a que gran parte del recorrido discurre por los montes que flanquean Bilbao por el Este, también afecta a áreas urbanas.
Cambios en el trazado
El cambio más importante ha sido la creación de un falso túnel entre Ortuella y Trapagaran para reducir el impacto medioambiental. Además, se ha variado el trazado para alejarlo de las zonas de viviendas en barrios de Barakaldo y Bilbao, como Gorostiza y Larraskitu. Esta primera fase tendrá seis túneles y cinco viaductos.
La Diputación pretende que por la Supersur, que será de pago, circulen los 16.000 vehículos pesados que ahora transitan por la A-8 y que se incorpore también el tráfico de largo recorrido. El resto de la autopista de pago se ejecutaría a partir de 2010. La segunda fase, entre Arrigorriaga y Galdakao, de 11 kilómetros, se ha presupuestado en 244 millones y la tercera, que unirá Trapagaran y Muskiz, con siete kilómetros, se ha calculado en 336 millones de euros.
Para financiar estos 1.190 millones de euros se recurrirá a créditos a 30 años -de los que el 55% se quiere que provengan del Banco Europeo de Inversiones-; a los ingresos por el peaje que desde junio de 2003 se cobra en la A-8 -en ese ejercicio se obtuvieron 118 millones -, el futuro peaje que se establecerá en la Supersur y los 110 millones de euros que hasta 2012 aportará la Diputación a través de sus presupuestos ordinarios.
La institución vizcaína ha aprobado el estudio de impacto ambiental de la Supersur, en el que no se aprecian impactos críticos, aunque cada tramo que se ejecute tendrá su declaración ambiental individualizada, como marca la ley.
Este proyecto, que la Diputación planteó hace 17 años pero descartó entonces por el coste económico y medioambiental, ha sido rechazado por los grupos ecologistas, que consideran que no desviará el tráfico de la A-8 y aducen que carece de informes de viabilidad económica. La plataforma Ekologistak Martxan, en un documento en el que analiza exhaustivamente el proyecto, afirma que el 94% de los vehículos que transitan actualmente por la A-8 lo hacen para desplazamientos entre municipios o en el área metropolitana y que el tráfico de paso supone sólo el 6%. Sostienen que el proyecto no detalla la demanda de coches y camiones, que es "fundamental para evaluar el interés social y la viabilidad económica".
Petición del PP
El Partido Popular reclamó ayer, en cambio, que se acelere la construcción de toda la Variante Sur con una implicación económica del Gobierno vasco. El presidente de los populares vizcaínos, Antonio Basagoiti, reclamó que el Ejecutivo pague la mitad del presupuesto por considerarla una infraestructura de "interés general" como conexión de Euskadi con el resto de la cornisa cantábrica. "La utilizan muchos vascos que van de Álava a Cantabria o guipuzcoanos, por lo que el Ejecutivo vasco debe financiarla". Basagoiti opinó que, de esta manera, toda la Supersur se ejecutaría en una sola fase y podría estar culminada en 2014.
El Partido Popular presentará esta propuesta para su debate en las Juntas Generales de Vizcaya y la incluirá en su programa electoral para las elecciones autonómicas previstas para esta primavera.
Sin pasos a nivel en el metro
José Luis Bilbao anunció ayer uno de los proyectos más demandados por vecinos de Getxo y Urduliz: la supresión de los dos pasos de nivel del metro existentes en estas dos localidades. El diputado general aseguró que existe ya un acuerdo con el Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno, aunque las obras no se iniciarían hasta el próximo año. Estos son los dos únicos pasos a nivel pendientes de eliminación en el metro, que cuando empezó a funcionar en 1995 llegó a tener 14.
"Era una cabezonada personal y de la Diputación", dijo Bilbao, quien agregó que las conversaciones con el Gobierno se iniciaron en 2004.
La supresión de las barreras en Getxo y Urduliz es una reivindicación de los afectados desde que se abrió la línea 1 del metro (Bilbao-Plentzia). Las protestas se han sucedido especialmente en Getxo, por parte de los residentes de la calle Maidagan, donde está el paso más transitado, con cerca de 5.000 vehículos diarios. Los residentes han exigido desde 1995 el soterramiento del suburbano en este punto, una petición que ha sido aprobada por el Ayuntamiento de Getxo, las Juntas Generales de Vizcaya y el Parlamento vasco.
El Departamento de Transportes se había mostrado reacio a acometer estas obras por el elevado coste -en el paso a nivel de Maidagan se calculaban 18 millones de euros- que obligaría, según ha aducido, a demorar la apertura de nuevas estaciones del metro. José Luis Bilbao señaló que esta cuestión se ha resuelto con la prolongación en el tiempo del plan financiero del metro, hasta ahora con vigencia hasta 2016, que obliga a la Diputación de Vizcaya y al Gobierno vasco a aportar cada año 42 millones de euros.
Un portavoz foral señaló que aún no se ha calculado hasta cuándo se extenderá el plan financiero, porque todavía no existe una estimación concreta de las dos obras. En el caso de Urduliz, ni siquiera hay un proyecto elaborado.
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