Danny Sugerman, biógrafo y representante de The Doors

El pasado miércoles 5 de enero falleció en su casa de Los Ángeles Danny Sugerman, representante artístico del grupo The Doors durante las tres últimas décadas y autor de la biografía más vendida sobre el mítico grupo de Jim Morrison, No one here gets out alive (De aquí nadie sale vivo), que publicó en 1980 junto al veterano periodista de The New York Times Jerry Hopkins. Sugerman tenía 50 años y luchaba desde hacía tiempo contra un cáncer de pulmón que le provocó su afición al tabaco.

Danny era casi un preadolescente la primera vez que vio en directo a The Doors, el grupo de sus sueños. Corría 1967 y aquel jovencito nacido sólo 13 años antes en Los Ángeles no dudó en personarse en la oficina del grupo, en Hollywood Oeste, para ofrecerse como "colaborador, asistente o lo que sea". Jim Morrison se quedó asombrado del entusiasmo con que se expresaba aquel seguidor tan bisoño y accedió a contratarlo unos meses después como auxiliar de administración. Sugerman se dedicaba a recopilar cuantos recortes de prensa generaba la banda y también a responder las cientos de cartas que los seguidores remitían cada semana.

Morrison ejerció una influencia casi magnética sobre el joven Sugerman, que en No one here gets out alive no dudó en dejar escrito: "Mi opinión personal es que Jim era un dios". Tras el fallecimiento por sobredosis de aquella carismática deidad (París, 3 de julio de 1971), un Danny aún al borde de la mayoría de edad se erigió en representante de los tres supervivientes de The Doors, el teclista Ray Manzarek, el batería John Densmore y el guitarrista Bobby Krieger. Todos ellos se han mostrado estos días conmocionados por la temprana desaparición de su manager. "Estuve con él un par de horas antes de que dijera adiós y sabía perfectamente que su tiempo se le acababa", declaró Densmore. Y agregó: "Sólo espero que, cuando llegue mi hora, sepa afrontarla con su mismo coraje y dignidad. Se marchó como un Bodhisattva", en alusión a los bienhechores del budismo, la fe que profesaba.

Además del apasionado relato sobre sus días junto a The Doors, la producción literaria de Sugerman se completa con un tierno volumen autobiográfico, Wonderland Avenue, y un libro sobre otro de sus conjuntos favoritos, Guns 'N' Roses.

Durante varios años también ejerció como representante de Iggy Pop, pero su vinculación con el legado de Jim Morrison resultó inquebrantable. De hecho, Oliver Stone le escogió como asesor cuando afrontó en 1990 su película The Doors, con el actor Val Kilmer en el papel de Morrison. "Danny estaba obsesionado con Jim. Sólo espero que, donde quiera que ambos estén ahora, vuelvan a estar juntos otra vez", anotó el guitarrista Bobby Krieger.

Danny Sugerman estaba casado con Fawn Hall y no tenía hijos. En sus últimos años se involucró en la lucha contra la drogadicción entre los músicos a través de diversas fundaciones, entre ellas la patrocinada por NARAS (la Academia organizadora de los Premios Grammy).

El teclista Manzarek, que le tenía por su mejor amigo, le recuerda como "un tipo extraordinariamente inteligente, con una mente rápida como un látigo". Y apunta: "Me consolaré pensando que ahora se encuentra en la luz, junto a Buda y Jim Morrison, y que los dos viejos amigos estarán riéndose juntos toda la eternidad".