Rajoy ofrece a Zapatero un pacto de Estado para "garantizar la unidad de España"

La mejor manera de encarar el plan Ibarretxe pasa, según el principal partido de la oposición, por dejar clara la unidad del PSOE y el PP en este asunto. Por eso el presidente del PP, Mariano Rajoy, acudirá a La Moncloa cuando sea citado con una oferta de pacto de Estado "para garantizar la unidad de España". El PP cree que está en juego el "modelo de convivencia". Entre las cuestiones que se podrían aclarar en el marco de ese acuerdo, según fuentes del PP, está el concepto de nación. Pero en eso las posiciones están distanciadas, así que el acuerdo, admiten los promotores, se antoja difícil.

"Sólo mediante un acuerdo entre el PP y el PSOE es posible dar estabilidad al modelo de convivencia", señaló ayer el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga. La oposición dio una de cal y varias de arena al Gobierno. Por una parte, Elorriaga y Soraya Sáenz de Santamaría, la secretaria de Política Autonómica, ofrecieron la "máxima colaboración" del PP para enfrentarse al plan Ibarretxe, y anunciaron la propuesta de pacto de Estado. Pero enseguida empezaron a criticar todos los anuncios hechos hasta ahora por el Ejecutivo: no recurrir al Constitucional y recibir a Ibarretxe antes que a Rajoy. Aunque la Constitución impida que se apruebe el plan secesionista sin el apoyo de PP y PSOE, los primeros creen necesario garantizar la unidad de España, que ellos sí ven en peligro, al contrario que los socialistas.

En el PP se admite que ese pacto de Estado, dadas las actuales discrepancias entre los dos partidos, es muy difícil, aunque justifican su oferta señalando que "sería muy necesario". Por ejemplo, sería complicado llegar a un acuerdo "sobre el concepto de nación", algo básico para el PP, que rechaza de plano términos como el de "comunidad nacional" planteado por el plan alternativo del Partido Socialista de Euskadi. En noviembre, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo un agrio debate en el Senado con el portavoz del PP, Pío García Escudero, precisamente a cuenta de este concepto. Zapatero pidió "flexibilidad" al PP para que abandone su "fundamentalismo" al hablar de España. A pesar de esta evidente discrepancia difícil de resolver, el PP insiste con su oferta de pacto en torno al modelo constitucional, para dejar claro que "no hay ningún problema en modificar cualquier Estatuto", siempre que sea dentro de la Constitución, según señaló Elorriaga. Aunque de las declaraciones públicas tanto de Zapatero como de Rajoy queda claro que están de acuerdo en eso, el PP quiere escenificar un gran pacto sobre la base de ese acuerdo.

La discrepancia fundamental en este momento se basa en la vía para frenar el plan Ibarretxe. El PSOE opta por la política, y el PP reclama la jurídica, utilizando todos los mecanismos legales. El PP aclaró ayer que hay que pararlo "desde ya" con una impugnación al Tribunal Constitucional para no tener que recurrir a "ulteriores mecanismos".

Entre los mecanismos está el artículo 155, del que el PP prefiere no hablar en público en este momento, porque "es esperable" que "no sea necesario". En todo caso, el PP quiere saber ya qué hará el Gobierno cuando Ibarretxe, como ha anunciado, convoque un referéndum ilegal. "No pueden descartar todas las vías judiciales. No basta con derrotar el plan en el Congreso, esto va a seguir", insistió Elorriaga.