Personales e intransferibles

Las historias de los bebés nacidos al filo de 2005 en España son ya, desde el principio, personales e intrasferibles. Algunas tienen clave de drama: una recién nacida fue abandonada en el aseo de un bar de copas en Zaragoza el día 1; el Gobierno de Aragón anunció ayer que, cuando obtenga la custodia, entregará a la niña a una familia en acogimiento provisional. En Burjassot (Valencia) fue detenida ayer una mujer, acusada de arrojar a la calle a un recién nacido: el bebé murió en urgencias.

Otras historias se impregnan de inmigración: una marroquí, Uazima Azgar, cruzó el día 31 la frontera de Ceuta y dio a luz en la madrugada en el hospital civil de esa ciudad. De hecho más del 40% de los partos en ese centro son de mujeres marroquíes, que acuden por las mejores prestaciones sanitarias en España.

También tiene sabor a inmigración el nacimiento de la primera malagueña nacida en 2005, Katarina Longhini Lewandowska, que aúna en sus 3,9 kilos sangre brasileña, polaca, italiana y española, informa Cecilia Jan. Su madre, Sylwia Lewandowska, de 17 años, llegó a Málaga desde Polonia hace dos años con su madre y su padrastro. Ha terminado tercero de ESO, y quiere seguir estudiando "para ser administrativa". En una parroquia conoció a su marido, Roberto Longhini, de 24 años, brasileño, de padre italiano y con abuelos maternos españoles, que trabaja en la construcción. "Tenía que ser un regalo de Navidad, porque salí de cuentas el 20 de diciembre, pero ha llegado el día 1, para empezar bien el año", decía Sylwia desde el hospital Clínico.

José Tomillero Almida, de padres españoles, tuvo el honor de ser el primer bebé en otra zona familiarizada con la inmigración, Campo de Gibraltar. Nació el día 1 en La Línea, informa Cándido Romaguera.

Mientras, en La Rioja, cuna del castellano, dos logroñeses, Jesús y Natividad, fueron padres de mellizos, los primeros niños nacidos en la región este año, y les llamaron Naim y Kenai.