IU rechazará en el Congreso la propuesta que apoyó en Euskadi

Ezker Batua (EB) ha vuelto a poner en apuros a la dirección de Izquierda Unida, esta vez con el inesperado cambio de planes de Batasuna en la aprobación del plan Ibarretxe, que ha convertido los tres votos de la federación vasca de IU en fundamentales. El coordinador general, Gaspar Llamazares, trató sin éxito hasta el último minuto de convencer al líder de EB, Javier Madrazo, para que se abstuviera y marcara así una posición diferenciada.

Nada más saber que Batasuna apoyaría el plan, el coordinador federal llamó a su colega vasco, pero no logró que cambiara su posición de partida. Ahora Llamazares se compromete a que IU votará en contra del plan en su tramitación en el Congreso, y señala que él "preferiría que EB se hubiera abstenido, pero a lo hecho, pecho". Esta nueva polémica se mezcla además con una situación interna muy delicada en IU.

La dirección había aceptado que su federación vasca apoyara la tramitación del plan, convencida de que éste no saldría adelante. Pero tratar de explicar fuera del País Vasco que el proyecto se apruebe gracias, también, a los votos de EB, es "demasiado", según Llamazares. Madrazo le dijo al líder que no podía asumir el coste, a pocos meses de las elecciones vasca, de ser la organización que bloqueara el plan Ibarretxe.

Para explicar esta política de Madrazo, casi siempre diferente de la que se apoya desde la dirección federal, en IU se suele hablar de las "dos almas" de los votantes de EB, por una parte la izquierda obrera tradicional y por otra jóvenes nacionalistas de izquierdas que quieren votar a alguien que condene la violencia. Bloquear el plan con su abstención hubiera supuesto la salida inmediata del Gobierno de Euskadi, en el que Madrazo es consejero de Vivienda y Asuntos Sociales.