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Zapatero llama a los grupos políticos a consensuar la nueva Ley de Defensa Nacional

El presidente aboga por "fortalecer las pautas de entendimiento con Estados Unidos"

Miguel González

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer el acto solemne de rúbrica de la Directiva de Defensa Nacional 1/2004, celebrado en el palacio de la Moncloa, para hacer un llamamiento al consenso de los partidos políticos, y en particular del PP, en torno a la nueva Ley Orgánica de la Defensa Nacional, que sustituirá a la aprobada hace un cuarto de siglo. "Prácticamente la totalidad de las grandes decisiones en materia de defensa han sido fruto del consenso, del acuerdo entre los grupos políticos, que han comprendido la trascendencia de la defensa nacional" , subrayó.

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Tras la ruptura del consenso en política exterior y justicia, defensa es uno de los pocos ámbitos donde es posible un pacto de Estado entre los grandes partidos. El ministro de Defensa, José Bono, ha reconocido que la nueva Ley Orgánica de la Defensa Nacional debe tener el apoyo del PP y, para propiciarlo, ya se ha visto dos veces con el presidente del partido, Mariano Rajoy. La primera, el 13 de diciembre, y la segunda, el pasado miércoles, tras la reunión del Pacto Antiterrorista. Bono ha contactado también con otros grupos parlamentarios, a los que ha expresado su propósito de contar con ellos en esta importante reforma.

El presidente anunció que el anteproyecto de ley, cuya aprobación estaba prevista inicialmente para ayer, se remitirá al Parlamento en las próximas semanas, "una vez que hayamos consensuado sus ejes básicos".

La firma de la directiva, que antes se hacía a puerta cerrada, se convirtió ayer en un acto solemne al que asistieron los miembros de la cúpula militar, el director general de la Guardia Civil, y una nutrida representación de las Fuerzas Armadas.

Zapatero afirmó que este documento, que define la política de Defensa de la actual legislatura, cierra "un ciclo de 25 años", que se abrió en 1980 con la aprobación de la primera directiva y de la Ley de Criterios Básicos de la Defensa Nacional, que ahora se quiere derogar.

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El presidente subrayó el "profundo cambio" que han experimentado las Fuerzas Armadas en este periodo, lo que ha permitido que los ciudadanos las "hayan ido haciendo suyas" y que hoy sean "queridas y apreciadas por el pueblo al que sirven".

Recordó que los ejércitos se han implicado en operaciones de salvaguarda de la paz en muchos lugares del mundo, asumiendo "con disciplina y profesionalidad misiones peligrosas que efectivamente han costado la vida a militares españoles de toda graduación" y también han acometido "nuevas tareas al servicio de la colectividad como las que, en estos días, ejercen colaborando con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", en alusión a la protección de objetivos estratégicos frente a atentados terroristas durante las fiestas navideñas.

Igualmente, elogió el "principalísimo papel" jugado por el Rey, "comandante supremo de las Fuerzas Armadas, a las que viene prestando un afecto, un apoyo y un respaldo absolutamente imprescindibles".

Pero, agregó, "la aparición de nuevas amenazas", materializadas en los atentados de Nueva York, Beslán y Madrid, obligan a revisar "las bases con que hasta ahora hemos estructurado nuestra defensa y seguridad".

El presidente aseguró que la nueva directiva responde a ese reto. Entre sus novedades, figura la regulación del envío de tropas a operaciones en el extranjero, que requerirá de "una decisión previa de Naciones Unidas o de otra organización multinacional de la que España forme parte", pero también "que se acuerde con la participación del Parlamento".

El documento excluye, sin embargo, la consulta parlamentaria previa cuando se trate "del ejercicio de la legítima defensa individual o colectiva, reconocido por el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas y plasmado en los tratados internacionales de Defensa ratificados por España". Se refiere al compromiso de asistencia mutua incluido en el Tratado de Washington, que equipara una agresión contra otro socio con un ataque al propio territorio.

Aseguró que el objetivo de la política de defensa española es conseguir la paz, la estabilidad y la seguridad internacionales a través del "multilateralismo, el respeto a la legalidad internacional y la fortaleza de nuestro sistema de defensa". Y comprometió al Gobierno y a la Administración "a garantizar la disponibilidad de los recursos necesarios para abordar el proceso de transformación" de las Fuerzas Aramas.

Aunque señaló que Europa es la "referencia natural de España", apostó por "fortalecer las pautas de entendimiento con los Estados Unidos de América, que se recogen en el Convenio de Cooperación para la Defensa".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, firma, en presencia del ministro José Bono, la Directiva de Defensa Nacional.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, firma, en presencia del ministro José Bono, la Directiva de Defensa Nacional.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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