López afirma que "la debilidad de ETA ha encontrado un punto de apoyo en el plan"

El líder del PSE, Patxi López, aseguró ayer, tras la aprobación del proyecto gracias a tres votos de Batasuna, que "la debilidad de ETA ha encontrado un punto de apoyo en el plan Ibarretxe". López reiteró que la propuesta era una "aberración política" que "excluye a la mitad de la sociedad vasca". El dirigente socialista agregó que "su plan y su referéndum es para que en este país vuelva a haber vencedores y vencidos". Durante la defensa de su enmienda a la totalidad al plan Ibarretxe, respaldó el modelo catalán para lograr en Euskadi un gran acuerdo entre partidos para una reforma del Estatuto que luego refrendaría en una "consulta" la sociedad. Pero fijó una metodología clara: desde el consenso y sin saltarse la legalidad.

"A ver cómo le explican esto a las víctimas", le espetó ayer Patxi López dirigiéndose directamente al lehendakari, que siempre dijo que no pactaría con Batasuna. El líder del PSE acusó a Ibarretxe de intentar "imponer su modelo nacionalista de país".

Por la mañana, durante la defensa de la enmienda a la totalidad, rechazada por el tripartito y el grupo heredero de Batasuna, alternó los argumentos para rechazar el plan con las "mentiras" que, a su juicio, ha ido propagando machaconamente Juan José Ibarretxe en estos "cuatro años de campaña electoral" con el plan. Negó que la del lehendakari sea una propuesta para la convivencia, mantener una relación amable con España o acabar con el terrorismo. Cuestionó que la paz vaya a llegar "legitimando los objetivos políticos por los que ETA ha matado tantos años". El fin de la violencia vendrá "por la acción decidida del Estado de derecho" para acabar con el terrorismo, en claro espaldarazo a las políticas que acuerdan el PP y el PSOE en el Pacto Antiterrorista.

López reiteró su preocupación por el hecho de que el plan abra la puerta a la "clasificación de ciudadanos en categorías de primera y de segunda" en función de la "adhesión a la causa nacionalista". Aludía así al artículo cuarto de la propuesta, que diferencia entre nacionalidad y ciudadanía, y que ayer centró buena parte del debate. El hecho de que algunos de los aspectos más preocupantes del plan, criticados incluso por Ezker Batua (EB-IU), como dicha diferenciación, no hayan podido ser cambiados en la tramitación en ponencia, le sirvió a López para asegurar que también era "mentira" que el plan fuese "modificable desde la primera hasta la última coma", como ha reiterado Ibarretxe.

"Yo soy vasco y estoy en contra del plan Ibarretxe, y soy español y quiero modificar la Constitución y el Estatuto (...) y nadie me va a quitar el derecho de ser vasco, español y europeo como me dé la gana", clamó López.La nacionalidad y la condición de vasco centraron en parte la réplica de los nacionalistas. El peneuvista Joseba Egibar apuntó que el problema del PSE es que no acepta la existencia del pueblo vasco y su derecho a decidir como sujeto político.

López asumió la fórmula catalana, aventada insistentemente por los nacionalistas y EB en el debate, para la reforma en Euskadi. Sin embargo, recalcó las diferencias que ya existen en ambos procesos. "¿Hay un plan Maragall cerrado en Cataluña?", se preguntó. El problema, según López, está en que en el Parlamento catalán todos los partidos discuten sin apriorismos para alcanzar consensos y siguiendo las reglas, mientras que en Euskadi los nacionalistas y su "acompañante cautivo" en el Gobierno, EB, pretenden "imponer su ideario". "Y nadie debe confundir debatir con tragar".