Cuatro nuevos ejes viarios impulsan el modelo en red de las carreteras catalanas

Un total de 133 kilómetros de carreteras en cuatro ejes nuevos, que suponen una inversión de 515 millones de euros, para mejorar la movilidad en zonas densamente pobladas de Cataluña y con una red viaria insuficiente. Y además de los números, un impulso a un modelo en red del sistema catalán de carreteras que huye de la centralidad y apuesta por la transversalidad. Las cuatro vías se financiarán con el sistema conocido con el nombre de "peaje a la sombra": un canon que la Administración abona a las adjudicatarias durante cierto tiempo en función de la intensidad de circulación y que evita la proliferación de los puntos donde se cobra el peaje directamente al usuario.

La medida fue aprobada ayer por el Gobierno catalán. Las nuevas carreteras -algunas son prolongaciones- serán licitadas el año próximo y su entrada en funcionamiento se prevé para 2008.

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Los nuevos ejes son, en cierta forma, el arranque del plan de autovías que actualmente redactan los responsables del Departamento de Política Territorial. Las cuatro tendrán doble calzada, con dos carriles por sentido, a excepción de un tramo.

El eje Vic-Ripoll unirá las poblaciones de Vic, Sant Hipòlit de Voltregà, Torelló, Sant Quirze de Besora, Montesquiu y Ripoll. Será una vía de 27,1 kilómetros de longitud, con una velocidad de 80 y 100 kilómetros por hora, según los tramos, que discurrirá en gran parte siguiendo el valle del río Ter. La construcción del nuevo eje requerirá una inversión de 220 millones de euros y las obras comenzarán en el tercer trimestre de 2005.

El eje Maçanet de la Selva- Platja d'Aro unirá las poblaciones de Maçanet, Vidreres, Llagostera, Santa Cristina d'Aro, Castell d'Aro, Sant Feliu de Guíxols y Platja d'Aro. La nueva autovía será el principal acceso a la Costa Brava desde la autopista AP-7 y E-15 y tendrá 27,7 kilómetros de longitud, de los que 12,2 ya están en servicio. La inversión del tramo que se ejecutará es de 61,3 millones de euros.

La autovía más importante de las aprobadas es la que transcurrirá entre Vilanova i la Geltrú y Manresa. No sólo por su longitud, de 68,3 kilómetros, sino porque será la principal vía de comunicación entre la Costa Dorada y la Cataluña central. También será un eje que llegará a Francia cuando se ejecute el desdoblamiento del Eix Transversal -actualmente en estudio- y enlace con la autovía de Vic-Ripoll, aprobada ayer.

La nueva vía unirá las poblaciones de Vilanova i la Geltrú, Canyelles, Vilafranca del Penedès, St. Pere de Riudebitlles, Capellades, Igualada, Sant Salvador de Guardiola y Manresa. De ese trazado, en la actualidad hay en servicio 21 kilómetros. Y de los pendientes, el de Vilafranca a Manresa será de un carril por sentido. La inversión total asciende a 181 millones de euros y la entrada en funcionamiento se sitúa a finales de 2008.

Desdoblar el Eix Transversal

El nuevo eje de Reus-Alcover, que enlazará las poblaciones del Baix y el Alt Camp, es el más pequeño de los aprobados, de 10 kilómetros y 51 millones de euros. Su puesta en marcha se calcula para el segundo trimestre de 2007. Además de esos ejes, el departamento de Política Territorial tiene previsto inicial el desdoblamiento de la C-31, entre Palamós y Palafrugell, en el 2005. Las nuevas autovías y otras en fase de estudio tendrán una financiación mixta.Gran parte la asumirá el gobierno catalán por vía presupuestaria y el resto por medio del sector privado. Los adjudicatarios de los nuevos ejes cobrarán a la Administración por vehículo, una fórmula que evita el peaje al usuario.

Las obras, según explicó ayer el consejero de Política Territorial y Obras Públicas y portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, se enmarcan "en un plan más amplio de ejes viarios que en un plazo no superior a un año tiene que incluir el desdoblamiento del Eix Transversal -C-25-, valorado en 794 millones de euros, para cuya financiación se está negociando con el Estado".

También está en estudio el desdoblamiento del Eje del Ebro -la C-12 entre Amposta y Lleida-y la continuidad del Eje del Llobregat -la C-16- desde Berga hasta Bagà. El Plan de Autovías incluirá también un eje entre Barcelona y el Vallès, la B-500. Es un modelo que se aleja de la centralidad y que persigue permeabilizar todo el territorio entre sí.

Además de los nuevos ejes viarios, Política Territorial tiene listos los estudios informativos para insertar carril bus en dos de las principales autopistas de acceso a Barcelona. La AP-7 desde Molins de Rei a la Diagonal y la C-58 -la antigua de Sabadell- desde Ripollet a la Meridiana. Dos de las vías que registran un tráfico más que intenso a diario, calculado en unos 450.000 usuarios que tal vez optarían por dejar su coche en casa si tuvieran una oferta de transporte público mejor.

La fórmula del autobús por vía rápida se ha experimentado en Madrid en la autopista de La Coruña con resultado satisfactorio, salvo cuando hay accidentes. En el caso de Barcelona, la opción es de un carril de sentido reversible en la mediana de las dos autopistas: "por la mañana sería de entrada y por la tarde de salida", explica Manel Nadal, secretario de Movilidad de Política Territorial. Nadal señala que ambos proyectos, una vez pasen el periodo de exposición pública, podría licitarse y adjudicarse en 2005. Matiza que, no obstante, en el caso del carril bus de la AP-7, entre Molins y la Diagonal, el proyecto tiene que ser discutido con el Ministerio de Fomento, que es el titular de la vía. La idea de que las autopistas más importantes de entrada a la ciudad tengan carril bus fue propuesta por la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) en noviembre del año pasado, aunque con un modelo distinto ya que descansaba en dos carriles y no en uno reversible en función de la hora.

Por otra parte, el consejo ejecutivo de la Generalitat aprobó ayer el decreto de subida de los peajes de las autopistas catalanas, que se incrementarán un 4,48% a partir del próximo 1 de enero. Las autopistas catalanas se encarecerán por encima de las de competencia de la Administración general del Estado, con una subida de media del 2,93%.