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El matrimonio de Santa Susanna fue asesinado con una llave inglesa

El asesino o los asesinos del matrimonio encontrado muerto el domingo en su casa de Santa Susanna (Maresme) utilizaron una llave inglesa para propinarles los golpes mortales en la cabeza. Los Mossos d'Esquadra encontraron la herramienta pesada con manchas de sangre en la casa donde vivían Luigi Saccomanno, de 72 años, y Teresa Solé, de 79. La policía científica estuvo todo el día de ayer acumulando pruebas en el lugar del crimen, donde aún no se ha permitido entrar a ningún familiar. Durante la mañana se personó el titular del Juzgado número 4 de Arenys, que ha dictado el secreto de sumario.

La investigación apunta hacia el entorno del matrimonio. La casa estaba cerrada a cal y canto después del asesinato, lo que obligó a los mossos a forzar una puerta corredera del comedor para entrar, lo que apoya la tesis de que los asesinos tenían llave de acceso o conocían lo suficiente a la pareja para que abrieran la puerta. A pesar de que el piso estaba muy revuelto, fuentes de la investigación no dan por seguro que el móvil sea el robo, sino que apuntan la posibilidad de que los asesinos tan sólo lo simularan para desviar la atención. El cadáver del marido apareció atado de pies y manos en el aparcamiento del chalet, y el de la mujer estaba en un camastro y amordazado.

Conmoción en el pueblo

Mientras la policía autonómica continúa las pesquisas, los vecinos de Santa Susanna están conmocionados por la muerte de los dos ancianos. "Luigi vino el sábado a desearnos feliz Navidad. Yo le di un beso para su mujer, Mami, como yo la llamaba", acertaba a decir ayer entre sollozos

Celandia Serverino, la propietaria del bar pizzeria Euro, en el que Luigi acostumbraba a pasar muchas horas. "Ha sido un palo muy fuerte para todos porque aquí nunca ha sucedido nada tan fuerte".

Luigi y Teresa se habían conocido en Suiza y por motivos de salud -el marido sufría fuertes jaquecas- acabaron instalados en este municipio del Maresme, en el que se habían integrado plenamente. "Desde Malgrat a Pineda todo el mundo conocía a Luigi, el italiano, porque su chatarrería es la única que hay", explicó David Ibarra, responsable del bar Portal. David vio al fallecido el pasado viernes, "como cada día, conduciendo hacia el trabajo", un taller de desguace de coches en Palafolls. "No eran gente de dinero. Si vivían en la urbanización es porque compraron la casa hace 30 años, cuando casi no había nadie", añadió.

También Teresa era muy conocida en el pueblo, a pesar de que en los últimos años no salía tanto de su casa porque estaba afectada por una fuerte artrosis que la obligaba a desplazarse en silla de ruedas. "Era una oyente habitual de la emisora municipal y participaba en todos los programas. El pasado jueves llamó a la radio y yo mismo hablé con ella", recordaba el alcalde de Santa Susanna, Joan Campolier.

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