Caen las últimas barreras del textil
El próximo 1 de enero se eliminan las cuotas a la importación y se liberaliza todo el sector
Ya no hay marcha atrás. En una semana -a partir del 1 de enero de 2005- saltará por los aires el marco proteccionista que ha gobernado el comercio mundial del textil y la confección en los últimos 35 años: las cuotas para limitar las importaciones. España, donde el sector emplea a 243.000 personas a través de 6.800 empresas, no será ajena a esta convulsión.
Las predicciones elaboradas por el sector no son demasiado halagüeñas. En el mejor de los casos la liberalización acarreará la destrucción de 72.000 empleos hasta 2010.
El proceso liberalizador no es nuevo. Se ha llevado desde 1994 paso a paso, producto a producto, dejando para el final los de mayor impacto. A partir del año que viene ya no habrá barreras para nada. Se liberaliza el 49% del sector que todavía tenía cuotas y hay liberalización para todo, desde hilados a cualquier tipo de ropa.
De nada han servido las súplicas a la Organización Mundial de Comercio (OMC) de casi un centenar de organizaciones del sector pertenecientes a 50 países que se enfrentan en esta fase del proceso con un nuevo elemento para ellos muy disturbador, como la pertenencia de China a la OMC.
China se ha convertido en el sastre del mundo. Mientras, en el periodo 2002-2004 en España han desaparecido casi 800 empresas y se han destruido alrededor de 35.000 puestos de trabajo.
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