Barberá ofrece al Valencia edificar el doble de lo que permite la ley
La propuesta municipal que ahora estudia el club vulnera la ley, según la oposición
El Ayuntamiento ha ofrecido al Valencia unos 90.000 metros edificables en la parcela del estadio de Mestalla, de 30.000 metros cuadrados de extensión. La propuesta, que estudia ahora el club, vulnera la ley, según la oposición, puesto que sería una cifra muy superior a los parámetros urbanísticos de la zona -1,7 metros de volumetría por cada metro cuadrado- del Plan General de Ordenación Urbana. Casi el doble. "Si fuera así", dijo el portavoz del Grupo Socialista, Rafael Rubio, "el Consistorio estaría concediendo lo que no se da en ninguna otra zona de la ciudad".
El Valencia, según el mercado, podría obtener entre 180 y 200 millones de euros, cantidad que destinaría a la construcción de un nuevo estadio en la Avenida de las Cortes Valencianas y a enjugar parte de su deuda, de unos 130 millones. El interés de ambas partes en cerrar la operación del nuevo Mestalla ha acelerado las negociaciones. Técnicos del Ayuntamiento se reunieron ayer por la mañana con directivos del Valencia, entre ellos su presidente, el constructor Juan Soler. "Hasta al lunes no contestaremos", afirmó ayer a este diario el portavoz del Valencia, Agustín Morera, quien se mostró reacio a dar cifras.
La oferta municipal ronda los 90.000 metros cuadrados edificables, cantidad muy superior a los parámetros urbanísticos -1,79 metros por cada metro cuadrado en la zona del campo- que presenta la ley. Es decir, el Ayuntamiento ofrece al Valencia casi el doble de lo establecido. "Están ofreciendo un 300% más de lo normal", asegura Rafael Rubio, "en todo caso, debemos ser cautos porque el acuerdo todavía no es oficial. Yo tampoco sé de cuántos metros están hablando. Pero si fuera así, ni en los tiempos del franquismo se cometió semejante disparate. En la avenida de Francia, por ejemplo, se da un metro por cada metro cuadrado".
La operación proyectada por el Ayuntamiento pasa por recalificar la manzana que ocupa Mestalla y levantar un nuevo campo en un solar municipal de la Avenida de las Cortes Valencianas. El Consistorio también pretende que se construya un colegio en parte de esta parcela de Mestalla.
La características del nuevo estadio son una incógnita. La alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, defiende un estadio con anillo olímpico. Lo mismo que contempla la oposición. No así el Valencia, partidario de que la grada esté lo más cerca posible del césped. La negociación por la recalificación de Mestalla ha estado marcada por el recelo de los vecinos de La Amistad, que agrupa a los barrios de Algirós y Exposición, que temen que las necesidades de los vecinos choquen con los intereses especulativos del Valencia.
Un precedente polémico
Expertos urbanistas consultados por este diario opinan que la clave de la negociación será la explotación de la galería comercial y el aparcamiento del nuevo estadio, cuya ubicación ha generado algunas dudas en el seno del Valencia, expuestas sobre todo por el constructor Bautista Soler, padre del actual presidente del club de Mestalla y máximo accionista de la entidad. Éste llegó a proponer los cuarteles de la Alameda como lugar idóneo, pero esta opción ha sido descartada.
En contra del Valencia y el Ayuntamiento juega en este caso la última y polémica ampliación de Mestalla, realizada merced a una modificación del plan urbanístico anulada posteriormente por un tribunal.
"La ley es muy clara", asegura un conocido urbanista valenciano. "Esto no es una decisión política, como creen muchos directivos del Valencia. Tanto el Ayuntamiento como el Valencia van a recoger lo que han sembrado. Al Valencia le va a pasar factura aquella chapucera ampliación. Ningún funcionario firmará cosas raras después de aquello".
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