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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Dietrich Schwanitz, un intelectual provocador

Con Dietrich Schwanitz, que a los 64 años apareció muerto en el despacho de su casa en Hartheim, un pueblo de unos 2.500 habitantes de la Selva Negra al sur de Alemania, desaparece de la escena un intelectual provocador capaz de ponerse el mundo por montera y dejar siempre claro que la corrección política le importaba un pepino. Un vecino del pueblo notó la ausencia de Schwanitz desde hacía varios días y avisó a la policía que forzó la puerta de la casa y encontró al escritor muerto en el suelo.

La autopsia dio como resultado que la muerte se produjo por causas naturales. La policía constató que Schwanitz había sido visto por última vez el pasado 6 de diciembre. Su mujer Gesine, con la que se casó en 1973, vive en otro lugar.

El controvertido Schwanitz, que había buscado refugio en aquel lugar alejado del mundanal ruido, falleció como consecuencia de una hipotermia. Padecía de una enfermedad que unos definen como Parkinson y otros de hipermovilidad que le provocaba contracciones incontroladas.

Cuando a los 56 años se jubiló de forma anticipada y abandonó su actividad docente de 11 años como catedrático de Literatura Inglesa en la Universidad de Hamburgo sus colegas lo criticaron por considerar que Schwanitz iba a dedicarse a sus aficiones a costa del erario público.

En Hartheim el jubilado se dedicó a restaurar una taberna centenaria que convirtió en Centro para la Creatividad donde se impartían talleres de teatro y literatura. Algo muy coherente con el personaje que escribió una tesis para habilitación a la cátedra titulada La realidad de la escenificación y la escenificación de la realidad.

Hasta llegar a la cumbre como profesor de prestigio, autor de obras que alcanzaron enormes éxitos de ventas y solicitado participante en múltiples programas de televisión, llenó Schwanitz una biografía novelesca. Algunas semblanzas en Alemania le comparan con Kaspar Hauser, el personaje de unos 17 años que un lunes de Pentecostés del año 1828 apareció en una plaza de Núremberg y no sabía hablar y caminar con normalidad.

Era Schwanitz el tercer hijo de un matrimonio de maestros y nació en un pueblo de Westfalia en 1940. Al final de la Segunda Guerra Mundial su madre se dedicó a buscar la familia desaparecida y envió al niño con la Cruz Roja a Suiza. Allí se crió con unos campesinos montañeses de la secta protestante de los menonitas y ni fue a la escuela.

Cuando regresó con sus padres, a los 10 años, no sabía leer ni escribir. Un profesor lo metió en la escuela y cuando llegó a la prueba de madurez fue el mejor de la clase.

Tras estudiar Literatura Inglesa inició una carrera académica que le produjo el choque con la realidad del mundo universitario al que no vaciló en poner de vuelta y media en dos novelas de éxito Campus, en 1995, y El círculo, en 1998.

En Campus, que con medio millón de ejemplares saltó la lista de libros más vendidos, arrasa Schwanitz con el mundillo universitario, los enchufes y la progresía a partir de una historia de acoso sexual. La novela se llevó al cine y el propio Schwanitz tuvo un pequeño papel en la película como catedrático de Matemáticas. No tenía buena opinión de la Universidad a la que definió como "la organización para obstaculizar a todos de forma recíproca". En una entrevista con la agencia DPA puso a la Universidad a escurrir: "El lugar donde domina la formación de grupos de presión por medio de los gremios y los grupos de enchufados. Toda autocrítica está prohibida y al que se manifiesta crítico le acusan de reaccionario".

Alcanzó Schwanitz una fama que rebasó las fronteras de Alemania con su libro La cultura: todo lo que hay que saber que pronto se convirtió en uno de los libros más vendidos y maltratados por la crítica que se burlaba de la pretensión de encerrar en poco más de 500 páginas la cultura occidental. Cuentan, tal vez sea leyenda, que uno de los ganadores de esos concursos de preguntas en la televisión para llegar a ser millonario declaró tras su triunfo que se había preparado con el libro de Schwanitz.

En España, Taurus Ediciones publicó en el año 2003 La cultura: todo lo que hay que saber y, en 2004, Preguntas y respuestas del nuevo juego de la cultura.

El año 2001 cambió de género y escribió el libro Hombres. Examen de una especie que la editorial presenta como un libro atractivo para las mujeres deseosas de adentrarse en el mundo desconocido del llamado sexo fuerte. Responde el libro a la pregunta de ¿Qué es el hombre? de forma fulminante, "se trata de una guía de viaje por un oscuro continente, una polémica provocadora y un ajuste de cuentas con las malentendidas exigencias femeninas que en las décadas pasadas abrieron entre los sexos numerosas nuevas trincheras".

Matthias Bischoff, director de publicaciones de Eich-born, que edita los libros de Schwanitz, lo definió como "un catedrático que no se refugió en la torre de marfil de la universidad, sino que tuvo el valor para lograr popularidad y para ser incómodo". Bischoff resumió: "Alemania pierde con él una de sus cabezas más testarudas. Siempre se le echará de menos por su provocador sentido crítico, su brillantez retórica y su humano anglosajón". Cuando le sorprendió la muerte trabajaba Schwanitz en una obra sobre Alemania y los alemanes. Una lástima que no haya llegado a ver la luz.-

Dietrich Schwanitz.
Dietrich Schwanitz.EFE

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