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Benito Lertxundi repasa cuatro décadas de canción

Tras hacer sus pinitos en los ochotes de su Orio natal y en el de Zarautz, Benito Lertuxudi decidió en 1965 abandonar su profesión de relojero. Así, el próximo año celebrará cuatro décadas de dedicación a la canción, aunque quien se acerque hoy a Bilbao no tendrá que esperar tanto para escucharle en vivo, ya que esta misma noche (22.00; 15 euros sentado, 12 de pie) repasará su repertorio en el Kafe Antzokia.

"En directo voy acompañado por ocho músicos y en un concierto de dos horas y pico siempre me gusta matizar mucho. Igual hay temas que van con dos o tres cosas nada más. Sin embargo, en el siguiente aparecen otros tres elementos diferentes y a veces se juntan todos. Me gusta jugar con todo ello. Y en Bilbao me gustaría estrenar una canción que no está del todo preparada, pero me gustaría bautizarla en el Kafe Antzokia", adelanta el cantautor guipuzcoano. Lertxundi acaba de ver reeditados, remasterizados, sus nueve primeros álbumes, publicados originalmente entre los años 1971 y 1996.

En estos álbumes canta al paisaje vasco y navarro, a las bondades de la naturaleza, fomenta el inconformismo juvenil, expresa su anhelo de libertad, rememora hazañas de balleneros, la batalla de Roncesvalles y la épica de las luchas en que se cruzaban lanzas y flechas. Su recuperación supone un vistazo general a su obra, que incluye otras cuatro referencias posteriores, cuya panorámica se completará la próxima primavera con la grabación de su primer disco en directo.

"Siempre he estado huyendo de un directo, pero al final parece que es necesario, porque en 2005 voy a cumplir 40 años en esta historia. Entonces, vamos a grabar varios conciertos, en marzo o abril, y paralelamente voy preparando temas para un próximo disco, igual para el siguiente año", revela Lertxundi.

En esos conciertos el protagonismo recaerá por completo en las canciones y en la figura de su autor, quien no prepara para la ocasión un formato especial, ni invitará al escenario a colegas. "El de los invitados es un tema que nunca me ha gustado, es como si uno no confiara en el producto propio y tuvieran que darle realce otros", sentencia.

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